Afirmaciones vs. Experiencia

Desde la publicidad hasta la política, desde la mercadotecnia hasta la religión, existe la misma mecánica de mostrar algo “poco evidente” a…

Afirmaciones vs. Experiencia

Desde la publicidad hasta la política, desde la mercadotecnia hasta la religión, existe la misma mecánica de mostrar algo “poco evidente” a su audiencia para hacerles ver existe un problema y con ello venderles una solución… la famosa creación de necesidades.

La religión llama a ese “algo” un vacío interior, la “falta de dios” y con ello justifica que se acepten sin cuestionar, todo tipo de dogmas, ritos y por supuesto, el diezmo… pero esta mecánica falla cuando se le predica a alguien que sin esos dogmas y ritos tiene una vida plena, algo que la ciencia describe como dopamina, el neurotransmisor que nos da ánimo y motivación día a día, explicado acá en este corto vídeo:

Cuando se nos afirma algo que NO encaja con nuestra experiencia, la narrativa falla, algo clásico de los informeciales donde las personas que aparecen tienen problemas con los que nadie con motricidad saludable se puede identificar.

Afirmaciones Feministas

Esta misma mecánica ocurre con la narrativa feminista de tercera ola, cada grupo hace muchísimas afirmaciones sin mucho respaldo y por más que yo quiera simpatizar con lo que afirman, me es en extremo difícil si quiera concebir sus afirmaciones como casos reales cuando las comparo con mi experiencia personal.

Empezando con la famosa “brecha salarial de género”, en mi experiencia personal nunca he visto que a una mujer u hombre se le pague más o menos por hacer el mismo trabajo sólo por su género, regularmente en mi experiencia lo que he visto es:

  • Hombres que toman carreras más complejas y se enfocan en hacer dinero independientemente de los sacrificios o aptitudes que tengan con una tarea en específico. En mi experiencia, amigos y conocidos se enfocan en hacer dinero sin importar qué, y mientras mejor paguen más motivados, pocos son los que se emocionan con el resultado final de su trabajo, tristemente.
  • He visto también mujeres que buscan su realización personal a la hora de buscar un trabajo, la mayoría de mujeres heterosexuales que conozco (sí, una generalización sana) buscan carreras más en áreas de diseño, publicidad, humanidades y carreras similares, casi ninguna de las mujeres que conozco me han dicho que su finalidad es el dinero, por le contrario, me han compartido que lo que desean es expresarse, realizarse, sentirse libres y hacer feliz a alguien con su trabajo o ayudar, he conocido aún mujeres que estudian medicina comentar que NO desean seguir una especialización enfocándose en lo que se puede hacer de dinero sino en ayudar al prójimo, frases como “lo importante no es el destino, sino el camino” es algo que se repite muchísimo… eso sí, existen extraños casos que son la excepción a la regla, los que a mí me alegran muchísimo, sólo he conocido una mujer que manejaba GNU/Linux desde consola y la considero mi mentora en un par de asuntos en tecnología.
  • En mi experiencia, he visto hombres que están dispuestos a hacer cualquier tarea con tal de hacer dinero ya sea para hacer familia, mantener una familia o no perder una familia.
  • Y también he visto mujeres que no tienen problema en dejar un trabajo para dedicarse a algo le guste más y realice, mujeres que NO están dispuestas a hacer cualquier cosa sólo por dinero y que cuentan con la ayuda de amigos y/o familiares para poder abandonar un trabajo y estar desempleadas en lo que buscan otro trabajo.
  • He visto hombres que si bien se les contrató para una tarea, están dispuestos a hacer otra tarea con tal de que las cosas funcionen y están dispuestos a romper una que otra regla con tal de resolver.
  • Y por otro lado he visto mujeres que ni de chiste van a hacer algo que NO esté en la descripción de su contrato y ni de chiste se van a saltar una sola regla porque el reglamento es sagrado.
  • He visto a hombres tener hijos, enterrar hermanos y padres y regresando a trabajar a los 2 días si no es que antes.
  • Por el contrario he visto mujeres dejar su trabajo y con salario por maternidad (algo totalmente válido) llegando a casos especiales donde se han embarazado para no perder un trabajo (dos casos verídicos) y aprovechar los beneficios del seguro médico, también he visto mujeres que han abandonado una plaza sin aviso previo sólo porque no se sienten bien.
  • He visto hombres pasar toda una vida en una plaza sin ningún crecimiento económico, los famosos meseros de Cafesa que pasaron la vida eterna ahí son un ejemplo de ello.
  • Rara vez he visto a una mujer permanecer por más de 5 años en una plaza sin conseguir un crecimiento de algún tipo, o crecen, o se van.
  • Triste e incómodamente he visto a “mujeres bonitas” (sé que me voy a meter a problemas por esto, pero estoy compartiendo mi experiencia), he visto a “mujeres bonitas” y “pícaras” ascender rápidamente a puestos gerenciales, algo que siempre es tabú en todos lados y que sucede en todos lados, Hollywood es famoso por ello… pero los dioses del Olimpo se amparen de nosotros de hacer ver estos casos.
  • He visto que se contrata a la gente según currículo, según experiencia, según aptitudes, rara vez sólo por sus “looks” y jamás por género.
  • Jamás nunca he visto que se discrimine a alguien por género.
  • Sí he visto discriminación, pero no ha sido racial ni por género sino por tener familia, algunos startups que conozco han evitado contratar padres y madres por que están conscientes del riesgo y responsabilidad que tiene darle a alguien trabajo y no poder garantizar el éxito del emprendimiento, nadie quiere dejar desamparado a un padre o madre de familia.
  • He visto a modelos mujeres tener mayor demanda y mejores sueldos en el mundo del entretenimiento, y poca demanda o sueldos más modestos para modelos hombres, sin embargo no puedo calificar esto como discriminación sino oferta y demanda, algo que en mi experiencia personal adjudico al desinterés del típico hombre en cuestiones de moda y la gran atención y demanda de la típica mujer en cuestiones de moda, de nuevo, generalizaciones sanas.
  • He visto muchísimas veces a mujeres dedicarse a hacer “su negocio propio” enfocándose en manualidades, cocina, maquillaje y demás, negocios enfocados más que en hacer dinero, en realizarse.
  • Por el contrario, he visto hombres hacer su “negocio propio” enfocándose principalmente en cuánto beneficio mensual va a generar.
  • En un sin fin de ocasiones he invitado a personas de ambos géneros a aprender del mundo de la programación, de la tecnología, del vídeo, de multimedia, la mayoría de hombres muestran interés y terminan aprendiendo más de algo nuevo y hasta comparten luego en sus redes sociales lo que han hecho, la gran mayoría de mujeres dicen no tener interés alguno en estos temas y las que dicen tener interés, nunca intentan hacer nada con lo que se les comparte en relación a tecnología, son tan raros los casos donde sí rinde frutos compartirles algo que hasta es chiste en los círculos tecnológicos… eso sí, quejas de que hay pocas mujeres en estos campos son de a diario por grupos feministas… ¿Qué se supone que debamos hacer? ¿Obligarlas a tener interés en esos temas?
  • He visto pocas mujeres interesarse y crecer en el mundo de la tecnología, y tristemente he visto que cuando por fin están a un nivel competitivo, deciden abandonar la carrera y realizarse siendo madres o amas de casa, decisión que comprendo y respeto.

Son estos puntos y muchísimos otros más los que evitan que logre encajar la narrativa de la brecha salarial de género en mi experiencia personal, por más que intento no logro ver que encaje esa narrativa del feminismo de tercera ola con la realidad que he vivido, sin embargo, no me cierro a la posibilidad de que esté viviendo en una burbuja, tal vez soy afortunado de vivir en un estrato en el que esa brecha no existe o tal vez tengo sesgo por ser hombre, es por ello que si quieren convencerme a mí y a personas como mi persona, hace falta tener y presentar datos sólidos, datos que tengan bases válidas y no simples encuestas redondeando lo que todas las mujeres y hombres ganan sin mostrar las causas.

¿Quién cuenta?

De entre todo lo que hay en línea he visto y leído tantísimo que llega el punto en el que uno se da cuenta que los números son tan flexibles como quién los cuenta, muchos economistas serios y de ambos géneros dicen que la brecha salarial de género es sólo un mito, otro profesionales dicen que existe y que afecta a uno u otro género dependiendo de la industria, nadie está 100% de acuerdo, sin embargo, este pequeño vídeo que comparto a continuación ha sido lo de lo que más se ha acercado a lo que yo he observado en mi experiencia personal y concluye que sí existe una brecha pero es mínima, menor al 5% pero… ese 5% también está contemplando un nuevo reglón laboral y le llaman “trabajo sin paga”… en referencia a los quehaceres del hogar, algo que en mi experiencia y observación puedo decir que no es algo que se pueda cuantificar realmente y no debería tener cabida en el argumento puesto que de nuevo, es una decisión personal, acá el vídeo:

Yo soy una persona abierta a propuestas, pero para poder dar por hecho que una propuesta es válida tiene que haber evidencia fuerte que respalde cualquier afirmación y más importante, estudios concretos que brinden soluciones prácticas. En el caso de la “brecha salarial de género” ya existen leyes que protegen a cualquiera que sea víctima de un pago menor a causa de su género… ¿Qué más hace falta?