…y cómo va la campaña?

El día domingo por la noche publiqué acerca de los famosos “net centers” dedicados a la manipulación de la opinión pública en línea, hoy…

…y cómo va la campaña?

El día domingo por la noche publiqué acerca de los famosos “net centers” dedicados a la manipulación de la opinión pública en línea, hoy quiero compartirles varias anécdotas y vivencias para su entretenimiento.

En ocasiones lamento haber firmado los famosos NDAs (Non-disclosure agreement o Acuerdo de confidencialidad), sin embargo creo que se puede contar una anécdota sin incluir los nombres puntuales y así no infringir ningún NDA.

Hace un tiempo trabajé para una empresa web como CTO, como siempre suele suceder, una cosa es el cargo y otra es lo que para uno haciendo, desde hacerlas de IT resolviendo problemas de software y hardware, haciéndolas de atención al cliente, organizando al equipo de desarrollo y aún el departamento de creatividad, calcular tiempos de entrega de cada proyecto, etc. En ese tiempo estábamos entrando a la época electoral, y nos guste o no cada agencia de publicidad y aún web eventualmente o es contratada o participa con algún grupo político, simple como es.

Nuestra agencia se asoció con un partido político, y cuando digo “se asoció” lo digo en serio, hasta hubo reuniones de partido en nuestras oficinas. Yo siempre he sido de la opinión de que la política apesta y lo único que realmente hay son intereses personales que crean grupos con intereses en común, por ello es que no le voy a un bando en particular y por ello es que no me fascinaba la idea de que se politizara nuestro trabajo. Nos tocó hacer sitios web enfocados a jóvenes, los clásicos sitios “apolíticos” que enseñan por qué es importante votar “sin decir por quien votar” pero dando criterios que prácticamente sólo encajan con el candidato que pagaba la campaña, se creó toda la línea gráfica, audiovisuales para TV y YouTube, material impreso, entrevistas y demás, se invitó a “personalidades” e “influenciadores” a ser entrevistados comentando por qué se preocupaban por las próximas elecciones, en ese momento, sin revelar su inclinación por cierto candidato, hasta ahí todo bien, el trabajo es el trabajo y toca hacer lo que toca hacer, hasta colaboré compartiendo mi cámara de vídeo (en ese entonces una Sony DV) para la creación de las entrevistas porque ni eso tenía la agencia.

De camaña a campaña negra

El problema estuvo cuando el jefe, dueño de la empresa y socio de esta agencia web nos pidió hacer campaña negra en contra de otros partidos, principalmente porque va en contra de mis principios y valores, además que se me hacía bastante tonto pedirle eso a nuestros colaboradores en relación de dependencia sin contemplar que luego extorsionaran a la empresa por no revelar lo sucedido internamente, me opuse fuertemente y esa decisión eventualmente contribuyó a que dejara de laborar ahí.

Debido a la negativa de varias personas dentro de la empresa a hacer campaña negra, el dueño y socio de la empresa contempló el ofrecimiento de un tercero que llegó al partido a proponer varias estrategias de comunicación, un argentino que decía tener “un equipo de más de 400 elementos en Argentina”, inmediatamente le dije a mi jefe que lo que el argentino decía eran puros cuentos, de tener tantísima gente en ese país trabajando para él debería existir más de algo de información al respecto en línea, pero no había nada, le advertí que todo parecía una estafa, pero hizo oídos sordos a mi recomendación, y como “donde manda capitán no manda marinero” no quedó más de otra que ver cómo eran estafados.

Llegó el famoso argentino a quien se le recibió con una reunión con todo el equipo de trabajo, su primera frase fue épica: “Buenas, yo no vengo aquí a hacer amigos, vengo aquí a trabajar”, nos contó de lo grandioso de su equipo y los casos de éxito, a los dos días se mudó a nuestras oficinas con su equipo de personas que NO era de 400 personas sino con dos mexicanos, se colaboró con ellos dándoles el mejor hardware disponible y un espacio aparte para que pudieran trabajar separados del resto.

Si bien no pude ver todo lo que trabajaban, sí pude ver varios vídeos de burla y “parodia” de otros candidatos y partidos, los famosos vídeos “anónimos” con voz de Loquendo difamando y calumniando a todos y cada uno de los candidatos excepto el propio, también vi que estaban contratando a “freelancers” para que desde casa hicieran campaña, comentando en todos los sitios y llenando las redes sociales de ese entonces con comentarios en pro de su gente y en contra del resto, les daban “borradores” de qué decir y cómo responder.

Eventualmente la mentira del famoso “equipo de 400 personas” fue evidenciada y a los extranjeros se les mandó a volar, y más tardaron en mandarlos a volar que ellos en irse a vender a otros partidos, pero como Guatemala es pequeña, no digamos el mundo de la tecnología al que pertenezco desde 1998, eventualmente recibía más de alguna llamada pidiendo referencias del dichoso grupo, la cantidad de veces que me contaron de que fueron estafados fue ridícula, y según presumen, eventualmente el argentino se tuvo que retirar del país, según presumen, esa estrategia la venía practicando con varios líderes políticos en toda América Latina.

Esta es de esas anécdotas que nunca escuchará a ningún partido político admitir, así como nunca escuchará de la infinidad de veces que los bancos nacionales han perdido buena plata por agujeros de seguridad o por phishing, porque se verían como lo que son, mediocres.

La estrategia sigue siendo la misma

A pesar de los errores del pasado, el “net center” de hoy en día ha evolucionado bastante bien, las ONGs, fundaciones, partidos y particulares con intereses políticos, invierten cantidades asombrosas de dinero en estos “net center” con el fin de manipular la percepción pública nacional e internacional, sin embargo, de tanto en tanto aparece más de alguien ya sea a contradecir su narrativa o a exponerlos como lo que son haciendo que su labor sea inútil.

Polo ¿Por qué te llevan tantas ganas estas personas?

¿Cuántas veces creen que me han preguntado esto de cualquier grupo? Y es fácil contestar, imagínese haber invertido tanto en una estrategia de comunicación, en salarios, en equipo, en internet, en celulares, en planes de datos y demás para que venga un X sin el presupuesto y equipo de estos y los exponga, a cualquiera le molestaría.

Es por eso que, si conoce a alguien que le molesta mi existencia y trabajo, invito a que le pregunten, “¿Por qué tanto malestar?”, que fundamente por qué descalifica tanto mi labor. Yo disfruto muchísimo ver cómo se ponen histéricos e histéricas cuando comento algo, las excusas para expresar su desaprobación son muchas pero tienen realmente poco sustento, están los que dicen que “no tengo argumentos” pero ahí he compartido todo con vínculos, audio y vídeo que lo sustenta, están los que me llaman ignorante por no aprobar el feminismo de tercera ola, mismos que me mandan a leer de qué se trata y mismos que les digo que este feminismo contemporáneo nació de las ideas extremas de Andrea Dworkin quien decía que todos los hombres eran violadores, Google es su amigo.

Luego están los pseudointelectuales, esos que se viven jactando de haber leído todos los libros del mundo y de haber pasado la mitad de su vida en la academia, los mismos que nunca han tenido un emprendimiento exitoso, que nunca han liderado una empresa exitosa con más de 25 colaboradores, que no saben crear oportunidades de empleo ni generar riqueza, que viven trabajando en relación de dependencia o con contrato externo en ONGs, fundaciones y demás organizaciones que “no lucran”, los eternos románticos de las letras que poco saben del mundo real, estos pobres pseudointelectuales creen tener algún privilegio sobre todo ser mortal y tratan a medio mundo con una superioridad moral afirmando que nadie más que ellos merecen opinar de cualquier tema, olvidan por completo que el resto de guatemaltecos con o sin un mil títulos también tenemos todo el derecho de opinar al respecto de temas que nos afectan.

Me parece ridícula la doble moral que manejan estos últimos, hablan de inclusión pero cuidadito y pedimos ser incluidos a la hora de comentar, piden tolerancia pero son intolerantes a otras opiniones, se quejan de la discriminación pero discriminan a los que no pertenecen a sus grupos, piden discutir los temas con argumentos pero se cierran al diálogo cada vez que se quedan sin argumentos, en fin, por algo es que están perdiendo la batalla de las ideas.

De peones a alfiles

Algo interesante de interactuar con “net centers” es que cuando estos peones empiezan a perder el debate en línea, aparecen los alfiles, los presentadores de TV, locutores, comunicadores, “periodistas” y demás, ellos que se viven validando entre ellos con premios y reconocimientos (tan válidos como cupones en caja de cereal) y que se paran sobre sus cientos de estudios, títulos y reconocimientos vacíos para señalar “ignorancia” de algún tema, retuercen todo el sentido original de las palabras, fingen ignorancia del uso popular de los términos y las palabras y fingen demencia cuando se trata de hacerse desentendidos de un tema específico, eventualmente pierden también el debate, ahí es cuando entran jugadores más poderosos, líderes de movimientos políticos o ideológicos, funcionarios públicos, activistas y demás, tenga en cuenta que una vez lo descalifiquen, es que ya perdieron el argumento.