Adoctrinamiento universitario
Adoctrinamiento universitario
Se supone que las universidades tienen la finalidad de preparar a los jóvenes en conocimiento para que puedan ser adultos productivos y funcionales en la sociedad, se supone, porque del dicho al hecho hay muchísimo trecho, ya que hay muchísimos factores que no se toman en consideración y lamentablemente, muchísimo interés en que las universidades no cumplan con su cometido.
Tengo la fortuna de venir de una familia de emprendedores, los abuelos de mis abuelos vinieron desde el extranjero a emprender en este país que en ese entonces ofrecía muchísimas oportunidades, creando en ese entonces, la primera vidriería del país, mis abuelos, de los primeros transportes pesados y de mudanza del país, mis padres, entre transporte y productos químicos, y yo, viniendo de esa escuela, emprendí en el mundo de la tecnología. Es por ello que si bien reconozco lo indispensable que es tener cierto grado académico que también comprendo que más importante es tener metas y planes propios, recuerdo allá en 1988 cuando dentro del colegio me puse a vender el famoso “pica-pica” reciclando el usado, vendía juguetes y compraba vídeo juegos, siempre me gustó hacer negocios aún desde pequeño.
Es por esa mentalidad de negocio que no vi mayor valor en ir a una universidad a aprender conocimiento desactualizado, ya que en el mundo de la informática las cosas cambian muy rápido y en lo que alguien se pone a redactar un libro, en lo que lo imprimen, en lo que lo distribuyen y en lo que viene a Guatemala para que luego decidan finalmente aplicarlo en el pensum, ya pasaron demasiados años y ya es obsoleto, preferí entonces trabajar en el mundo del internet desde muy temprana edad.
Sin embargo, sí conocí y conviví con muchos amigos de distintas universidades y pude encontrar que cada uno de ellos tenía una mentalidad bastante marcada por su alma mater, siendo los extremos más notorios los que pasaron por la USAC y los que pasaron por la UFM, prácticamente de crudo a quemado, mientras que los de la USAC repetían el quemadísimo discurso de que toda la culpa siempre era del gobierno, que la opresión de los oligarcas, que el poder económico concentrado, que el capitalismo salvaje y el resto del mismo discurso, por el otro lado, la UFM, que la libertad de mercado, que Ayn Rand, que el comunismo aquí y allá.
Curiosamente llevamos ya décadas con los mismos discursos en ambas universidades y me resulta curioso e interesante analizar los casos recientes de corrupción ¿De qué alma mater eran los señalados? Sería interesante sacar datos estadísticos. ¿Cuántos de ellos han aportado un cambio positivo para el país? ¿Cuántos han logrado impulsar el país adelante hacia el progreso y la legítima independencia? Pero más importante que todo eso ¿Qué universidad es la que más poder de lobby y decisión tiene dentro del estado? Porque hay una que ha influido en muchísimos nombramientos de personas importantes en el estado ¿O ya se les olvidó?
Sin embargo, personas como Samuel Perez-Attías emiten comentarios como este en las redes sociales:
¿Será que Samuel está al tanto de qué universidad es la que más adoctrina y crea personas con pensamientos fundamentalistas? Porque nos guste o no, Martín Rodriguez Pellecer es egresado de la UFM ¿Será que está al tanto de eso?
Y tristemente he visto universidades “clasemedieras” convertirse en centros de adoctrinamiento más fuertes aún que la misma USAC, la Universidad Rafael Landívar al día de hoy no tiene nada que envidiarle ni a la USAC ni a FLACSO, no tardarán mucho en llenar sus plazas con imágenes del Ché y de Fidel.
¿Hasta cuándo van a seguir queriendo señalar la paja en el ojo ajeno? Porque si en algo es experto Samuel Perez-Attías es en distorsionar las palabras al punto en que pierden todo su sentido original, clásico de “liberales” de “izquierda”, habla de “moral” cuando eso es extremadamente subjetivo, la mayoría de la sociedad guatemalteca es conservadora y Samuel siendo una persona que apoya el aborto y el matrimonio igualitario sería percibido por la subjetiva moral de las mayorías como inmoral, pésima idea usar la “moral” como base de sus fundamentos, habla de usar dogmas como argumentos, pero su gente y movimientos fundamentan todo en dogmas, habla de fundamentalismo dogmático-irreflexibo, pero ¿Acaso hacen introspectiva en sus acciones y discursos fundamentalistas? Habla de “esclavitud” sin embargo impulsa una agenda en la que se le da más poder al estado esclavizando más a la sociedad, no cabe duda que Samuel Perez-Attías es una persona que no hace nada de introspectiva y menos que reflexiona.
Sin embargo, tomando algo de lo positivo de su publicación; ¿Hasta cuándo seguiremos teniendo universidades que adoctrinan en vez de centros que enseñen a pensar de forma independiente? Pero más importante, universidades que creen adultos con el coeficiente emocional necesario para poder discutir temas “sensibles” sin ponerse a llorar, que den aunque sea un semestre de derecho para poder comprender qué es un estado de derecho y qué es una venganza ideológica, tal vez así en unos 10 a 20 años tendríamos personas que a diferencia de Samuel, pudieran sostener un diálogo de altura con argumentos sólidos y coherentes.