Maleducados

“No deje que el sistema educativo interfiera con su entendimiento del mundo real, el ego es la anestesia que adormece el malestar de la…

Maleducados

“No deje que el sistema educativo interfiera con su entendimiento del mundo real, el ego es la anestesia que adormece el malestar de la estupidez”…

Dos frases que escuché hoy en inglés y que me parecen interesantes al reflejar una incómoda realidad que vivimos a diario, ya que en la actualidad, observo existen tres grupos de personas:

  • Los académicos de papel: Hijos de un sistema educativo que prioriza la memorización de datos y procesos sin cuestionar la información, no invita a que sea cuestionada sino que exige tacha de tonto y necio a todo aquel que amenace su “sabiduría”.
  • Los académicos de mundo: Esos que lograron sobrevivir al sistema educativo al conocer cómo funciona el mundo real, comprenden lo que dice el papel y saben que la información puede estar desactualizada o manipulada con el objeto de maleducar, trabajan en un marco práctico donde aplican tanto conocimientos académicos como conocimiento empírico ya sea por experiencia o por herencia.
  • Los autodidactas: Muchas veces marginados del mundo académico sin tomar en cuenta que fueron los que lo crearon en un principio, los que son más de práctica que de teoría.

Guatemala actualmente está repitiendo patrones que ya en ocasiones anteriores, sólo retrocedieron el progreso del país, empobrecieron a la mayoría, y enriquecieron a unos pocos dándoles el poder tras el trono, es sólo de conocer la historia del país tomando en cuenta a cronistas e historiadores con distinta perspectiva ideológica y distinto origen.

Por un lado tenemos a una elite intelectual y privilegiada que habla de cientos de teorías viejas que prometen resolver todos los problemas del país, en nombre de causas que a simple vista parecen loables se hacen propuestas que en la práctica, en el mundo real, no funcionan, y sólo agudizan los problemas que pretenden resolver, esto, por un pobre análisis de la problemática, por no comprender a profundidad las causas y los efectos de cada solución, y si se nos ocurre cuestionar alguna de estas soluciones, el ego de esta elite intelectual nos señalará de ser unos ignorantes.

Por otro lado, tenemos a aquellos que han influenciado todo el sistema educativo a manera de maleducar a estos ilustres intelectuales, les han provisto de información adulterada que no refleja a cabalidad cómo funciona el mundo real, y estos privilegiados intelectuales que en su mayoría no han tenido esa chispa para preguntarse el origen de todas y cada una de las cosas que lo rodean, desde su ropa, su comida, sus utensilios, sus libros, sus servicios básicos y demás, dan por hecho demasiadas cosas.

De esa ignorancia del mundo real que luego es escondida debajo de títulos académicos vacíos nace el intelectual que pretende solucionar los problemas del mundo entero, hace buena cantidad de años propusieron una reforma agraria, luego propusieron ideologías, propusieron sistemas de gobierno, propusieron constituciones, propusieron depurar gobiernos, y hoy proponen y exigen una guerra santa contra lo que desde su perspectiva, es una guerra contra la corrupción.

Mientras tanto, el crecimiento económico del país se sigue estancando, los problemas estructurales del país siguen sin resolverse, sigue habiendo pobreza extrema, sigue existiendo violencia en todas sus formas, sigue existiendo inseguridad, sigue existiendo inestabilidad política y demás flagelos que no terminan de ahogar al país.

Sinceramente me apena observar la ceguera que muchos grandes académicos padecen, el ego los embriaga a tal punto que no les permite hacer un poco de introspectiva, el adoctrinados de un pensamiento estrecho les impide observar el panorama completo, especialistas en una cosa sin poder ser un poco más generalistas, desconocen casi por completo temas de conducta humana, desconocen casi por completo el método científico, desprecian la sabiduría que existe aún en las personas menos privilegiadas, veneran ideas que no son propias sin cuestionarlas, son dogmáticos en vez de ser un poco más pragmáticos.

Los intelectuales nacionales nos viven hablando de este país pensando en sus materias primas, un pensamiento que hundió a Cuba y Venezuela, mientras que siendo pragmáticos podemos observar que dos grandes genios de finales del siglo XX y principios del siglo XXI hicieron su fortuna a base de conocimiento, hablo de Bill Gates y Steve Jobs, ya no vivimos en un mundo de materias primas, Starbucks produce millones de dólares y menos del 1% de los que genera llega hasta los productores de materias primas, y aún así, nos quieren seguir teniendo como una finca.

Nos viven vendiendo sus libros que no son más que propaganda disfrazada de conocimiento, y nos pintan como libros apócrifos todo aquello que no comulgue con su forma de ver el mundo, nos crean paradigmas y prejuicios cuadrando nuestra mente a sus pensamientos en vez de dejarnos pensar de forma libre.

Yo personalmente, por causas que desconozco, tengo en mí el virus de la curiosidad, la enfermedad de ser inquisitivo, la infección del escepticismo, y el mal del pragmatismo… como pueden ver, hablo de ellos como cosas contagiosas, porque me consta que se pegan, y no descansaré hasta contagiar a la mayor cantidad de personas.

Así que no deje que la academia, el colegio o la universidad pongan en riesgo el que usted aprenda por sí mismo cómo funciona el mundo, no deje que los sesgos y paradigmas de terceros alteren su propia experiencia de la realidad, ni de chiste deje un día de aprender algo nuevo, y por sobre todas las cosas, no deje que el ego se apodere de usted y le evite poder escuchar, poder observar, poder analizar, otras formas de resolver los problemas que nos aquejan, no se vuelva un intelectual de cartón, un maleducado.