Punto de no retorno

Punto de no retorno

Amanece hoy viernes santo y luego de dar un vistazo a las redes sociales y a los medios, me doy cuenta que no se puede tapar el sol con un dedo, poco a poco observo a más y más personas analizar a detalle la situación del país, analizar a los actores nacionales e internacionales, los hechos, las evidencias, las acciones y por ende, las intenciones. Cada día se encuentran más aislados aquellos que en nombre del pueblo, pretendían hacerse del poder y los recursos del mismo.

Por más que quieran es innegable la agenda política e ideológica detrás de la supuesta lucha contra la corrupción, es imposible que nieguen el sesgo que existe en el actual sistema de justicia, el sesgo y politización de todos los grupos que deberían denunciar los abusos a los derechos humanos por parte del estado, pero que en vez de eso, los acuerpan, y no hay que olvidar, el Ministerio Público es parte del estado.

Decía mi abuelo, el dinero y el amor no se esconden, y es imposible ignorar el evidente enriquecimiento y mágica prosperidad de ciertos personajes que hoy más que nunca, presumen una vida que es imposible tengan de no ser por una forma de enriquecimiento ilícito.

Aquí es donde me pregunto ¿Qué irán a hacer cuando salga a la luz todo el entramado que los delata? ¿Qué irán a decir cuando se conozca su agenda y queden vistos como traidores? ¿Qué irán a decirle a la sociedad civil, esa que pretendían representar? ¿Qué irán a decir a las millones de personas que confiaron en ellos dándoles aportes económicos? ¿Qué irán a decirle a su gente que confío en ellos por pertenecer a la misma ideología? Y ojo a esto, no hablo sólo de la izquierda, que aquí y ahora, todos los “bandos” tienen igualmente manchadas las manos y para su mala suerte, está documentado.

¿A qué se irán a dedicar todos aquellos eruditos, analistas, politólogos y opinólogos cuando se sepa que su trabajo real era sólo el de manipular la opinión pública? ¿Qué irán a decir cuando sean ellos los que estén en el banquillo de los acusados? ¿Qué excusa irán a dar los medios de comunicación tradicionales e “independientes” cuando queden al descubierto?

¿Y qué será de todos los negocios que dependen de toda la industria que gira en torno a esa supuesta “lucha contra la corrupción”? No es por gusto que los vemos hoy más que nunca bastante activos opinando en supuesto favor de esa falsa lucha.

El cambio está por venir, ya pasamos el punto de no retorno, lo único que quedará es intentar reducir el daño colateral, y mientras todos estos personajes verán de mutar de nuevo y volverán a dar excusas vagas para seguir prendidos de alguna otra excusa para conservar su naturaleza parásita, todo quedará documentado, como lo está en este momento, y no podrán sobrevivir el inexorable paso del tiempo.