Terrorista de las redes sociales
Terrorista de las redes sociales
Así como se titula esta nota es como The Atlantic catalogó al final de su publicación a la migrante iraní Nasim Aghad, en esta publicación se describe la historia del día martes 3 de abril en la que Nasim disparó a varias personas en el campus de YouTube hiriendo a tres y suicidándose al final.
El terrorismo es, en cualquier forma, por cualquier causa, violencia espectacular para fines políticos. Parece apropiado llamar a Aghdam el primer terrorista de una importante red social.
— The Atlantic
Según la información tanto de The Atlantic como de otros sitios noticiosos, Nasim Aghad, una mujer de de 39 años de edad, era conocida de las redes sociales en su país como “Nasim la Verde” por su activismo vegano y su defensa a derechos animales, recientemente se encontraba frustrada y molesta con la desmonetización y restricción de edad que obtenían sus vídeos en la plataforma de YouTube, ventiló esta frustración en su sitio, en vídeos, y manifestando en la calle con pancartas que según su perspectiva, denunciaban la “dictadura de YouTube” al promover según ella, estupidez, discriminación y supresión de la que ella consideraba, “la verdad”. Vale mencionar que no sólo criticó a YouTube sino también a Instagram, donde tenía varias cuentas.
Nasim Aghad en repetidas ocasiones fue ridiculizada por sus publicaciones por parte de usuarios iraníes quienes le decían que estaba loca, en un vídeo habló de ello argumentando que estaba cuerda y que eran los que la molestaban las personas con problemas mentales.
A título personal, considero que en efecto, el título con el que The Atlantic cataloga a Nasim Aghad describe perfectamente las acciones que cometió antes de quitarse la vida, no hay otra forma de llamarlo, y es tan repudiable y lamentable como cualquier tiroteo o acto de terror en contra de civiles por cualquiera que sean los motivos, sin embargo, esta historia puede enseñarnos muchísimas más cosas si analizamos varios dilemas.
La infantilización de la sociedad
Para mí es imposible no ver cómo la sociedad actual dejó de tener adultos y actualmente tiene a personas biológicamente maduras pero totalmente infantiles. Es totalmente normal que a los 12 años un niño le pida a su papá, mamá o maestro que interceda por este cuando surge algún problema con un compañero de colegio, un amigo o un hermano, pero resulta ridículamente impresionante cuando un adulto de más de 25 años de edad le exige a una red social la censura de una persona sólo por opinar diferente, aún cuando esta no ha interactuado directamente con él, y eso es algo que veo a diario en las redes.
Es algo totalmente natural sentirse frustrado o molesto, es parte de lo que nos hace humanos, lo que está mal es no saber lidiar con la frustración, malestar, o rechazo, no se puede ir por el mundo atacando a las personas que opinan diferente o pidiendo su censura, es fundamental comprender que cada mente percibe el mundo de forma diferente y que cada sitio web, grupo social, red social y demás tiene sus normas y costumbres, no podemos exigir que se impongan nuestras perspectivas y puntos sobre la voluntad de terceros sino debemos aprender a coexistir con esas diferencias, aún cuando estas diferencias nos marginen, el gran éxito de muchos hombres ha sido el saber sobresalir sobre la adversidad, el no haber pertenecido a “el club” y hacer su propio club.
Es primordial que nuestra sociedad actual aprenda a lidiar con la frustración, a que aprenda a salir de la mentalidad binaria producto de crecer en hogares disfuncionales donde existe una sola perspectiva dictatorial, que aprenda a que existen mil formas de llegar al mismo lugar, que aprenda a valerse por sí misma sin tener que buscar a la ayuda de un estado paternalista y un activismo maternalista, urge que hay madurez.
Para mí no cabe duda que Nasim Aghad no supo lidiar con la frustración que le daba el uso de YouTube, pero pudo haber creado su propio sitio con sus vídeos ahí adjuntos, pudo publicar contenido para todo público en todas las redes invitándolos a su sitio web para acceder a la versión sin censura, sí había otra forma, sin embargo, desde su perspectiva, el problema fue papá YouTube que la castigaba, no supo ver más allá.
La recentralización de la información
Con el surgimiento del internet nacieron cientos de sitios web donde personas de todo tipo escribían sus ideas, el internet y el web en un principio era lo que se deseaba, una red de información descentralizada, sin embargo, con el surgimiento de las redes sociales, con la disciplina y costo que requiere el mantenimiento de un sitio web propio, los blogs y sitios fueron perdiendo relevancia, desapareció casi por completo el uso de la tecnología RSS para suscribirse a ellos y pasamos a la era de las redes sociales; Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, etc. redes que por su modelo de negocio deben gestionar el contenido a manera de que sea apto para todo público puesto dependen de anunciantes.
Existen cientos de políticas y reglas en cada sitio, algunas hacen sentido, otras parecen chiste, y en su mayoría casi siempre son ambiguas dejando a criterio de la red social la aplicación de estas reglas, aplicación que casi siempre es arbitraria y es imposible no observar un sesgo político y hasta ideológico en muchos de los casos más famosos, sin embargo, hay que comprender de forma madura que si un sitio restringe cierto contenido, este tiene todo el derecho de hacerlo, y no queda más que optar por otras alternativas, siempre hay otra forma, algo que Nasim Aghad no pudo comprender.
Un panorama sombrío
Me preocupa bastante observar en las redes sociales guatemaltecas patrones que encajan mucho con el caso de Nasim Aghad, ver usuarios altamente emotivos y viscerales sin una gota de sensatez, madurez y consciencia de lo que es encarar responsabilidades personales, más cuando están siendo absorbidos y adoctrinados por personas que usan la emotividad para movilizar agendas, casos como el del adoctrinamiento que da Iduvina Estalinova Hernández Batres a Lenina Amapola Garcia Lopez.
El mes pasado un grupo de “feministas” marchó frente a catedral con piñatas en formas de vagina y una imagen de una vagina simulando ser una virgen, la procesión de “La Poderosa Vulva”, frente a Catedral gritaban en sus consignas insultos y quejas culpando a la iglesia por sus problemas, por dictar su vida, sin embargo, al igual que en el caso de Nasim Aghad, ni la iglesia ni YouTube les obligan a ser parte o pertenecer a su grupo, es algo totalmente opcional, hasta donde yo recuerdo, no hay una sola ley que le de autoridad sobre las mujeres a la iglesia, y sin darse cuenta, por esa supuesta opresión, estas muchachas vilaron el artículo 35 y 36 de la Constitución y el 489 numeral 6to del Código Penal, tal como Nasim Aghad violó la ley por sentirse oprimida.
De las palabras y las redes, a los hechos
Una de las cosas que más preocupan, es que las confrontaciones, frustraciones y demás, pasen de las redes sociales al mundo real, a ataques físicos. Yo ya he recibido un sin número de amenazas de muerte tan sólo por haber mostrado que muchos de los “trolls” profesionales de las redes sociales trabajaban para el Ministerio de Salud y al mismo tiempo eran parte de grupos políticos como SOMOSgt y Semilla, algo que está debidamente documentado gracias a tomas de pantalla y el portal de transparencia Guatecompras.com
En el imaginario de estas personas, todo aquel que no está a su favor, está en contra, yo jamás he profesado algún tipo de fanatismo ideológico a alguna de las más fuertes corrientes ideológicas de mi país, no creo que las ideologías imperantes resuelvan los problemas puesto que son problemas más que políticos o ideológicos, técnicos. Sin embargo, tampoco creo que insultar a diestra y siniestra a políticos y activistas de oposición sea una solución, más cuando estos ataques vienen desde el anonimato, el cual gracias a ciertos conocimientos, he ido reduciendo en la red, algo que me ha costado el recibir un sin fin de amenazas e insultos no sólo a mí sino a mi familia entera.
El día que fui invitado a compartir un poco de comedia con un grupo de comediantes, dos activistas de SOMOSgt/Semilla atendieron el evento, y un tercero afín a ellos llegó transmitiendo con vídeo en vivo a sus redes llevando una pancarta que decía “Polo sos un bot”, sin tan siquiera comprender cómo es y funciona un bot de Twitter, este incidente fue capturado en vídeo por varias personas y aún por esta persona.
Victor Estuardo Garcia Aguilar de la agencia de publicidad Don’t Stop Me Now llegó a gritar e insultar a varias mujeres que ejercían su libre derecho a la protesta frente a CICIG, tan sólo por opinar diferente, su mamá, Yvonne Míguela Aguilar Sandoval también procedió a gritarme a mí cuando procedía a entrar al evento de ENADE 2017 sin razón ni motivo, su perspectiva según lo que gritaba, es que era “oreja de la oligarquía”, algo bastante paradójico para alguien que tiene un hijo que trabaja para marcas de empresas de Dionisio Gutierrez Mayorga:
El usuario Juan Ramón Ronquillo vía Twitter propició amenazas en mi contra, al igual que han hecho otros usuarios, algunos llegando a amenazar de darme un par de plomazos:
Otros en su imaginación creen que trabajo para alguien, el que sea que consideren ellos en su mentalidad binaria es el malo de la película, sin comprender que jamás aceptaría trabajar para nadie cuando se trata de compartir mi opinión de forma 100% libre, no comprenden el concepto de libertad y siempre juzgan por su condición:
Estos delirios tan similares a los de Nasim Aghad son reforzados por “medios de comunicación”, “periodistas”, “presentadores” y aún supuestos “expertos” en redes sociales, Claudia Cruz jura que soy parte de un net center luego de que por años me solicitara asistencia por mi trayectoria en informática y redes sociales, Carlos Ovalle Leránoz jura que tengo bots o manejo cientos de cuentas de Twitter, ambos lo expusieron en el programa Con Criterio en Radio Infinita acompañados del presentador y “periodista” Juan Luis Font, el mismo que en su blog o página me acusas falsamente de haber ido a tribunales a tomarle una fotografía:
Sin diálogo
Una de las cosas más preocupantes es observar lo herméticos que son estos grupos y sus líderes al diálogo, en una entrevista a Lucrecia Hernández Mack le preguntaron si aceptaría una entrevista con el diputado Luis Hernández Azmitia y contestó que con esa clase de personas no discutía, su tía, Helen Mack, tomó una actitud similar cuando en la misma radio le realizaron una de mis preguntas, su respuesta fue “él se habla con Mendez Ruiz en Twitter y yo con esa gente no hablo”, las preguntas eran objetivas, sin embargo, las respuestas fallan terriblemente no sólo en crear un diálogo entre adultos sino que al mismo tiempo recurren a argumentos ad hominem, para colmo, falsos. ¿Será temor a quedarse sin argumentos? ¿O será simple inmadurez?
Muestras de esta histeria o locura colectiva al estilo de Nasim Aghad abundan, y es justamente el caso de ella el que me lleva a preguntarme ¿Quién irá a ser el o la Nasim Aghad de Guatemala? ¿Quiénes irán a ser las víctimas? ¿Hasta qué punto vamos a seguir permitiendo que exista una mentalidad infantil, emotiva y visceral la que dirija las decisiones y acciones de estas personas? ¿Hasta cuándo vamos a exigir que toda afirmación sea respaldada con evidencia? ¿Hasta cuándo van a usar la razón? ¿Hasta cuándo van a aprender a tolerar que existen personas que piensan diferente? ¿Hasta cuándo van a querer seguir imponiéndonos su forma de ver el mundo?
Se lo dejo para que lo piense.