José Daniel Rodriguez, invaluable pérdida

José Daniel Rodriguez, invaluable pérdida

Conocí a José Daniel hace aproximadamente un par de años, había leído mucho de lo que escribía y había observado los constantes ataques en redes por parte de sus detractores, el mismo grupo que desde que diferí en criterios, optaron por atacarme y acosarme, los mismos que ahora en un monumental acto de cinismo, nos señalan de hacer lo que ellos hacen, atacar sin escrúpulos.

Justamente esa fue la razón por la que decidí contactarlo y entrevistarlo, que me contara un poco de estos grupos, cómo operaban, quiénes eran, cuáles eran sus motivos, y si bien la entrevista compartida fue corta, la charla no lo fue.

José Daniel Rodriguez era una persona que no se quedaba satisfecha con la información en los libros, el iba e investigaba, buscaba a autores, revisaba números, era de los mejores haciendo el famosos fact-checking, y lo que más hizo fue desmentir las narrativas de la pseudo-izquierda, algo por lo cual pagó un precio, un acoso sistemático que usando falsas acusaciones y señalamientos ocasionó que perdiera comunicación con su abuela, a quien según comentan sus amigos cercanos, quería mucho.

No conocí mucho la vida personal de José Daniel Rodriguez, sólo lo vi en persona en una ocasión que asistí al congreso para oponerme a las nefastas reformas constitucionales que pretendían imponer los grupos de pseudo izquierda disfrazados de justicieros sociales, sin embargo, en el corto tiempo de platicar en persona, pude observar a una persona tranquila, educada, centrada y muy puntual en sus argumentos.

Desconozco los motivos y circunstancias puntuales de su muerte, recién me enteré este día sábado 14 de abril 2018 por la mañana y decidí intentar conocer los hechos previo a emitir cualquier opinión o conjetura, sin embargo, no hay mayor información al respecto y si bien dudo que su fallecimiento tenga tintes políticos, es de exigir a las autoridades pertinentes que realicen una investigación profunda, puntual y transparente así como exigir que todo pronunciamiento sea en base a evidencia sólida, que respeten lo que fue en vida y que se limiten de seguir la misma línea difamatoria que hicieron sus detractores:

De algunas cosas sí estoy seguro, sus amigos y colegas estarán categóricamente en contra de convertir su muerte en una palanca política, en convertirlo en un mártir o quererlo presentar como que fuera un santo, Daniel al igual que muchos de nosotros, no somos ningunos santos, y no olvidemos que en Guatemala sólo existen tres santos, Thelma Aldana, Iván Velásquez y Helen Mack.

José Daniel Rodriguez dejará un gran vacío en este frente que exige un respeto a la ley, un respeto a los procesos y sobre todo, una república libre de interferencias foráneas que sólo sirve a los intereses de grupos de poder que no tienen ningún escrúpulo, algo evidente en sus acciones, aún en las acciones de sus esbirros que nunca desperdiciaron ocasión para difamar y calumniar a José Daniel Rodriguez apodándolo “Cabra Seca”.

Hoy es un día triste por la ausencia de alguien que siempre fue profundamente puntual en sus argumentos, cabal en sus artículos, incansable en indagar los hechos, y bondadoso en compartir sus conocimientos. Su muerte no silenciará a los que exigimos justicia, al contrario, nos da más razones para dignificar su vida, y si él pudo contra todos los males hasta el último momento, también nosotros.

Ya para finalizar, dejo aquí debajo in vínculo a sus artículos en Republica, a su blog y tweets que respaldan la denuncia que siempre hicimos del constante acoso de sus detractores, algo que sé José Daniel Rodriguez hubiese querido que todo mundo viera, el sistemático ataque a su persona, muchos de los que trabajan de forma coordinada cual “net center”, los que usan apodos para evitar violar las reglas de Twitter y seguir impunes acosando, los que al no tener argumentos, incurren en insultos, descalificativos y aún en difamaciones que le causaron grandes problemas a José Daniel, sé que encontrarán interesantes estas publicaciones, más aún encontrar que hasta copiaban exactamente el mismo texto.

No dejen de leer sus artículos, de verdad y de todo corazón, su muerte es una invaluable pérdida: