La ignorancia de las masas, Parte 2

Regularmente me tomo un día entre publicación y publicación, sin embargo, este es uno de los temas centrales que deseo presentar en…

La ignorancia de las masas, Parte 2

Regularmente me tomo un día entre publicación y publicación, sin embargo, este es uno de los temas centrales que deseo presentar en relación al artículo anterior:

La legalización

Los juristas usan un lenguaje que pareciera fuera totalmente distinto al que usamos los mortales a diario, y es justamente para llamar lo más puntual posible cada cosa evitando así cualquier ambigüedad, y es de suma importancia que el lenguaje a utilizar sea por mucho claro a qué se refiere puesto que la práctica de retorcer las palabras es parte del oficio de muchos juristas.

A cada tanto escucho “legalicen las drogas”, o “legalicen el aborto” y este acercamiento al tema es errado, lo que se debe pedir es la despenalización de algo que se considera y tipifica como delito, ese es el “lenguaje correcto”.

El problema con la despenalización del aborto

La razón por la que existe un estado nace de la necesidad de velar por el individuo que lo comprende, los reinados nacieron de esa idea al igual que el nacimiento de las naciones, su función es velar por una sociedad compuesta por individuos y en sus constituciones, contemplan derechos inalienables como el derecho a la vida del individuo y velar por la familia como el núcleo de la sociedad.

En el caso de la despenalización del aborto el problema legal yace en el derecho a la vida de cada ser humano, el estado está obligado a velar por cada vida humana desde el momento de su concepción, es decir, cuando se fecunda el óvulo, y actualmente en Guatemala está despenalizado considerando circunstancias especiales.

Quienes abogan por despenalizarlo enfrentan el desafío de definir puntualmente en qué momento el óvulo fecundado es un ser humano que debe ser o no amparado por el derecho a la vida contemplado en la constitución y bajo qué criterios es aceptado que una madre aborte la vida de este ser humano, un tema complicado y controversial.

Por otro lado está quienes además de exigir la despenalización del aborto, pretenden que este sea auspiciado por el estado como un servicio básico de salud sexual, algo que considero el colmo del cinismo, y no me tomen a mal, sé y comprendo de las excepciones a la regla que no encajan en un aborto frívolo que pudo prevenirse con el uso de preservativos, sin embargo es ridículo exigir al estado cubrir con gastos de procedimientos de algo que va en contra del espíritu en el que fue creado.

Personalmente yo no tengo ningún problema con la despenalización del aborto, si yo fuera mujer no abortaría, estoy seguro que mi esposa no lo haría, pero si algún tercero de forma frívola y no en una de complicación médica, en una situación que pudo ser prevista o por simple capricho decide abortar, pues a la larga, es su raza, su prole, no la mía, quedará en su conciencia, no en la mía.

Ahora que sabe que el estado tiene que velar por el derecho a la vida ¿Considera que el aborto debe ser no sólo legalizado sino financiado por sus impuestos?

El “matrimonio igualitario”

Otro tema el cual promueven abusando de la ignorancia de las masas es el famoso “matrimonio igualitario” o “matrimonio gay”, y de nuevo, no me opongo a que exista, pero hay que ser puntuales en varios temas, primero, el matrimonio como institución reconocida por el estado, tiene como fin el crear familias, el producir ciudadanos que tengan un compromiso con sus conciudadanos por hacer un buen país, desde el seguro social hasta los servicios de guarderías y planes de pensiones están diseñados para parejas que procrearán futuros ciudadanos y es en el espíritu de apoyarlos en la formación de estas nuevas generaciones que el estado ofrece apoyo a estas familias.

En el caso de personas del mismo género es imposible que puedan procrear una familia siendo ambos del mismo género, se requeriría ya sea de un donador de esperma en el caso de parejas de mujeres o de una adopción en el caso de parejas de hombres y ahí entra el segundo tema complicado, la adopción.

Es fundamental comprender que la adopción es el acto por el cual el estado le brinda una familia a un menor que no la tiene y no al contrario, el derecho de una pareja de adquirir un menor.

Por años en colegios y escuelas enseñan la típica frase de “la familia es el núcleo de la sociedad” y pocos le prestan atención y comprenden la profundidad en esta frase, estadísticamente, que un niño crezca dentro de una familia disfuncional aumenta significativamente las probabilidades de que caiga en el uso de drogas ilegales, que participe de actividades delictivas y aún que caiga en prostitución, es por ello que el estado brinda apoyo a familias dentro del concepto tradicional del mismo.

Por otro lado, el matrimonio legal no tiene absolutamente que ver con lo que cada religión decida hacer, el estado bajo ningún concepto le puede decir qué hacer o qué no hacer a ninguna iglesia, por lo que si una iglesia o congregación desean casar a dos personas del mismo género, no existe ningún impedimento legal para que lo hagan ni el estado puede obligarlos a hacerlo o no hacerlo.

¿Comprender cuál es el rol del estado en relación a familias que crea nuevos miembros de la sociedad aclara su punto de por qué no puede considerar a parejas del mismo género como creadores de futuras generaciones?

La despenalización de las drogas recreativas

Sin duda alguna la escuela que dejó la historia de la penalización y despenalización del alcohol en EEUU nos deja muchísimas lecciones, prohibir algo logra el efecto contrario, promover su uso, sin embargo, una despenalización absoluta tampoco es una solución viable puesto que aún el alcohol si bien está despenalizado en su consumo, está regulado para prevenir abusos y negligencias.

Sin duda alguna la despenalización de sustancias como la mariguana reducirían en gran medida los crímenes relacionados al tráfico de esta sustancia, pero debería existir una debida regulación para evitar así un sin número de problemas que pudieran variar desde intoxicación hasta la muerte.

Sin embargo, la despenalización local no implica que otros países vecinos puedan comerciar con Guatemala estas sustancias y puede al mismo tiempo causar la invasión de consumidores y aún de traficantes internacionales.

Por otro lado están las absurdas soluciones que proponen personas como el socialista Mujica, quien en su brillante ignorancia, pretende hacer que el estado sea el que proporcione las dosis a los consumidores para así tener control sobre el consumo, como siempre en las ideas socialistas, el estado debe agrandarse para crear más privilegios a burócratas que se viven enriqueciendo de hacer pobre al pueblo:

Comprender las repercusiones de la legalización de drogas como la mariguana sin una debida consideración a factores como el nivel de participación del estado en su regulación es determinante. ¿Hasta qué punto debe el estado intervenir y financiar estos temas?

Pensar antes de exigir

Como comenté en mi nota anterior, es indispensable primero conocer los temas a fondo antes de ser víctima de la ignorancia y la manipulación mediática de ciertos temas, hace poco observé a Lia Manzanares, la modelo que aparece en el tema de Tame Impala titulado “The Less I Know The Better” compartir una publicación apelando a la “legalización” del aborto y no a su despenalización ilustrando con apenas cuatro imágenes una postura al respecto, en otras palabras, propaganda:

Publicaciones como las de Lia Manzanares con una plataforma obtenida por su fama en el medio llegan a una audiencia joven que aún no ha terminado de formar criterio para analizar temas tan complejos, una audiencia que por su ignorancia y falta de madurez apoyan a ciegas posturas sin conocer por qué el estado funciona y decide con ciertos criterios.

Es por ello que es tarea de todos, detener la desinformación y compartir las cosas de forma puntual, tratar a cada cosa por su nombre y discutir abiertamente los temas siempre enfocándonos en hechos, en números, en datos, apelar al pensamiento crítico y no al emotivo, invitar a pensar de forma individual y no en un tonto y ciego pensamiento colectivo, es de pensar con criterio propio e invitar a que el resto lo haga en vez de seguir tendencias sólo por el hecho de serlo.