Temas polémicos

Existen temas polémicos que polarizan a los guatemaltecos, temas que habían quedado en el pasado pero que gracias a ciertas ONGs que…

Temas polémicos

Existen temas polémicos que polarizan a los guatemaltecos, temas que habían quedado en el pasado pero que gracias a ciertas ONGs que reabren las heridas regresan a ser tema de discusión nacional, y temas que se discuten sin pensar, como es mi costumbre, acá compartiré rápidamente esos temas tratando de ser lo más simple y objetivo posible con el fin compartir argumentos que no se discuten al nublarse la racionalidad.

Aborto

Mientras que la gran mayoría de guatemaltecos se opone al aborto, existe un reducido grupo de activistas (todos financiados por Soros y acuerpados por Naciones Unidas) que con gran presión mediática aboga por la despenalización del mismo, el argumento de los pro-aborto es la supuesta salud sexual y el derecho de decidir de las mujeres sobre su cuerpo, sin embargo, es imperativo comprender que el estado en su constitución expresa la protección de la vida humana desde su concepción, al mismo tiempo, el Estado de Guatemala es firmante de acuerdos que también garantizan la vida, despenalizar el aborto iría en contra tanto de la constitución como de estos acuerdos.

Personalmente considero que en efecto, las mujeres tienen todo el derecho de decidir sobre su cuerpo y vida, más no sobre la vida del cuerpo de un ser que se forma dentro de ella y que se forma a partir de dos células, una que NO pertenece a ella, también considero que, en el más estricto espíritu científico, un aborto es el cese de una vida, lo pueden adornar de un mil formas, pero se está acabando con una vida. Sé y comprendo totalmente la preocupación de ciertas personas cuando hablan de menores y aún mayores de edad que sufren violencia sexual y que por ello resultan embarazadas, pero olvidan que los servicios de salud pública están en entera disposición de realizar un legrado inmediatamente luego del hecho, así como de la existencia de la famosa pastilla del día después, alternativas al aborto existen.

¿Por qué entonces existe tanta presión por la despenalización del aborto? Es simple, porque divide a la sociedad y genera grupos de presión que son utilizados como palanca política de los que les manipulan.

Genocidio

En Guatemala existió un conflicto armado interno que inició luego de que grupos insurgentes decidieran intentar instaurar un régimen comunista en el país, esto inició con atentados terroristas con explosivos que acabaron con la vida de cientos de personas inocentes, en respuesta a esta ofensiva, el Estado de Guatemala desplazó tropas del ejército en todo el país para acabar con estos grupos de terror. Al día de hoy, los reportes de las bajas en ambos bandos varían según a quién se le consulte, y aún periodistas internacionales como Pamela Yates admite haber recibido información incorrecta en uno de sus documentales, teniendo el coraje de enmendarlo en una segunda visita al país:

Al día de hoy, un entramado de ONGs en su mayoría financiadas por el Open Society Foundations de George Soros y con un fuerte apoyo de toda organización producto de las Naciones Unidas comparte información que asevera que en Guatemala existió el delito de genocidio, vale mencionar que todas estas ONGs y fundaciones a cargo de la excavación, categorización, documentación, y recopilación de datos del conflicto, están integradas en su mayoría por los mismos insurgentes que participaron en el conflicto, o por sus hijos y nietos. Cada intento de fiscalizar sus procesos y datos ha sido boicoteado de una u otra forma o se ha atentado con la legitimidad de estos intentos, haciendo imposible corroborar con total certeza los datos presentados, los cuales son evidentemente, datos sesgados.

Por otro lado, es importantísimo tener en cuenta que fue un acuerdo con Naciones Unidas el que definió el delito de genocidio en la constitución guatemalteca, así es, de nuevo Naciones Unidas diciéndole a Guatemala qué tiene que hacer y cómo lo debe hacer. La ONU creó en 1949 la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio basado en un libro de Raphael Lemkin publicado en 1946, el Código Penal guatemalteco, en vigencia desde 1973, establece el delito de Genocidio en su artículo 376 en una replica exacta del texto de Naciones Unidas de la siguiente forma:

ARTICULO 376. Comete delito de genocidio quien, con el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico o religioso, efectuare cualquiera de los siguientes hechos:

  1. Muerte de miembros del grupo.
  2. Lesión que afecte gravemente la integridad física o mental de miembros del grupo.
  3. Sometimiento del grupo o de miembros del mismo, a condiciones de existencia que pueda producir su destrucción física, total o parcial.
  4. Desplazamiento compulsivo de niños o adultos del grupo, a otro grupo.
  5. Medidas destinadas a esterilizar a miembros del grupo o de cualquiera otra manera impedir su reproducción.

El responsable de genocidio será sancionado con prisión de 30 a 50 años.

Si se analizan los hechos ocurridos durante el conflicto armado, algunos actos de ambos grupos encajan con algunas de las descripciones en los puntos numerados, pero igualmente encajarían los hechos de cualquier conflicto armado en la historia del mundo, lo que hace diferente el delito de genocidio es la intención, el propósito puntual o dolo, y luego de asistir a diferentes audiencias en relación a este tema, luego de indagar en línea desde 2013, no he encontrado una sola evidencia dura y tangible que establezca que el Ejército de Guatemala diera la orden explicita de acabar con un grupo nacional, étnico o religioso, las ordenes que se presentaron en los procesos legales fueron de defender a la población civil y detener los avances de la insurgencia.

En otras palabras, cualquier persona que afirme que hubo genocidio en Guatemala, debería presentar evidencia dura y tangible de que existió una orden con el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico o religioso, de lo contrario, es sólo un propagandista más que no comprende el fondo legal del asunto, que fue adoctrinado, o simplemente defiende una agenda de izquierda y/o de Naciones Unidas.

Ahora bien, se suponía que con la firma de los acuerdos de paz, se daba amnistía a muchos de los delitos perpetrados por ambos bandos, excluyendo los delitos de lesa humanidad, se suponía que la finalidad era terminar con la controversia y construir país, lamentablemente estros grupos de exguerrilla aglutinados en ONGs y fundaciones financiadas por el Open Society Foundations y acuerpados por la ONU, han realizado señalamientos y acusaciones para agravar cualquier caso con el fin de buscar resarcimiento y debilitar al ejército, prácticamente, una venganza ideológica que pasó de las armas a las cortes, donde los mismos jueces son también parte, algo profundamente lamentable, algo que nos resta progreso.

Pena de muerte

Este será rápido de dilucidar. Personalmente creo que toda persona que atenta contra la vida de otros, merece la pena de muerte, como alguien que ha sido víctima del hampa, no siento la más mínima simpatía por los criminales que atentan contra la vida de cualquier persona, sin embargo, sé reconocer que nuestro actual sistema de justicia es todo menos eso, sé observar cómo personas inocentes son condenadas y cómo personas perversamente malvadas son puestas en libertad y defendidas a capa y espada por los mismos grupos que procuraron en un tiempo la toma del poder por medio de las armas, es por esa razón, que no considero prudente que en estas condiciones, se aplique la pena de muerte, cuando tengamos un sistema de justicia real y un peritaje científico 100% infalible, podremos considerarlo.

Matrimonio igualitario o matrimonio homosexual

Personalmente, lo que cada quien haga en la privacidad de su hogar, no me quita ni me pone, nunca he tenido problemas con la sexualidad y/o identidad sexual de cualquier persona. Comprendo bastante bien las motivaciones legales de parejas del mismo sexo de contraer un acuerdo legal que legitimize su unión con el fin de obtener beneficios exclusivos de parejas heterosexuales, pero también comprendo que estos beneficios o contemplaciones existen justamente con el fin de contribuir a la construcción de una familia que procrea futuros ciudadanos, esa es la razón fundamental de estas contemplaciones.

El tema más controvertido del matrimonio igualitario es la adopción, y hay que ser puntuales en extremo en que la adopción es el mecanismo por el cual a un niño se le provee de una familia, y no el derecho de una pareja de tener un hijo, y es sumamente importante recordar que mientras que los adultos son responsables de conducir su vida, los menores aún no poseen las capacidades cognitivas para conducirse por esta, es por ello que el estado debe velar por ellos y procurar que sean adoptados por familias que los amen y cuiden, en un ambiente lo menos controvertido posible, y lamentablemente es innegable que la comunidad LGBTI+ es bastante controvertida:

Si bien en parejas heterosexuales que adoptan han existido controversias, el nivel de controversia que ha existido en parejas del mismo género que han adoptado en otros países, supera la ficción, como es el caso de la pareja que adoptó aun niño para abusar de él sexualmente y compartirlo con más personas:

Ahora bien, tomando en cuenta la necesidad de las parejas del mismo género de tener una garantía legal para establecer su unión, existen ya diferentes mecanismos legales que establecen un tipo de asociación que les brinda algunos de los beneficios legales del matrimonio tradicional, si bien no son ni pueden ser equivalentes al matrimonio, son opciones alternativas.

En conclusión

Realmente los temas anteriormente planteados no son controversiales si se discuten en base a lógica y derecho, si se analizan en el marco de un mundo real y no uno de fantasía y emotividades, sin embargo, esa nunca será la finalidad de estos grupos que buscan dividir a la sociedad con el fin de tomar el poder, mismos grupos que han perdido el voto popular y que perdieron la guerra, está entonces en nosotros informarnos, crear criterio y no quedarnos callados ante cualquier atropello de nuestra voz y nuestros derechos.