Pensar por uno mismo

Hace poco más de dos años, todo mundo defendía la supuesta lucha contra la corrupción, la que cuando se analiza fríamente en base a…

Pensar por uno mismo

Hace poco más de dos años, todo mundo defendía la supuesta lucha contra la corrupción, la que cuando se analiza fríamente en base a resultados, nos cuenta otra historia, la que en casi todos los medios de comunicación nos compartían, acompañados por los “influenciadores” en redes que junto a ONGs de Soros, los que defendían a capa y espada todo cuestionamiento o duda de las intenciones de Iván Velásquez y Thelma Aldana, observar hoy cómo Thelma se va aliando con grupos de extrema izquierda con fines político-partidistas, observar cómo personas de muchísima confianza de Iván Velásquez a quienes colocó en puestos estratégicos, son procesadas en el extranjero, nos hace finalmente ver la realidad.

Sin embargo, en ese entonces, todo aquel que cuestionara al sacrosanto duo, fue calumniado, desprestigiado, no digamos el que cuestionara a la inmaculada Helen Mack y a su santidad Lucrecia Hernández Mack, el enjambre enardecido de cuentas antes anónimas atacaba con insultos y descalificativos a todo aquel que pensara diferente, y lo hacían no sólo a quien cuestionara sino a familiares y amigos, los que luego fueron evidenciados de estar trabajando para el Ministerio de Salud de Lucrecia Hernández Mack.

Y fue en esa época en la que pensé si valía o no la pena exponer a este gigante, oponerme a la hegemonía y propaganda, a las manipuladas masas, aún estando totalmente solo, sabiendo que aún grandes amistades que eran víctimas de la ceguera propagandista e ideológica y a la manipulación de las emociones, sabía que muchos dejarían de serlo, pero como siempre he creído, la verdad, los hechos y la honestidad, no pelean con nadie, tomé cartas en el asunto y expresé mi voz de forma libre.

Hoy en día, observando el panorama, no puedo estar más complacido, y puedo decir que valió la pena, y agradezco que en acciones, se hayan evidenciado, dándome la razón, a pesar de todos los intentos de desacreditarme, en acciones me dieron el crédito, así que mi amigo lector, si algo le puedo decir, por experiencia, es que no tiene por qué temer a expresarse y opinar en contra del colectivo, no tiene por qué temer a pensar diferente, si tiene toda la información que contradice falsas narrativas, exprésese, vale la pena aún siendo sólo uno entre millones.