Gente buena, gente mala, y el candidato idea.

Estas son por segunda vez, las elecciones más atípicas en la historia de Guatemala, porque si no recuerda la primera, esa en la que CICIG…

Gente buena, gente mala, y el candidato idea.

Estas son por segunda vez, las elecciones más atípicas en la historia de Guatemala, porque si no recuerda la primera, esa en la que CICIG hizo señalamientos que destruyeron al Partido Patriota y a Líder semanas previo a elecciones pasadas, esas en las que no incluyeron en su gráfico del financiamiento de los partidos a la UNE, usted padece de amnesia histórica y política.

En estas elecciones atípicas, de nuevo aparece la CICIG haciendo señalamientos en contra de medio mundo, siempre sin tocar los partidos políticos que absolutamente todos los guatemaltecos sabemos tienen dinero del sucio, desde Semilla con el apoyo de cuanta ingrata ONG extranjera, la UNE y los Zetas, Encuentro por Guatemala y el pollero, etc. Y detrás de estos partidos van los que quieren quedar bien con los nuevos colonos, CREO y los humanistas, se puede intercambiar a cualquier candidato político de todos los partidos anteriormente mencionados que daría el mismo resultado, son la misma porquería.

Ahí andan montón rasgándose las vestiduras en contra de la corrupción pero sólo la de sus opositores, ahí andan diciendo que voten por ellos cuando nunca en su vida han siquiera logrado coordinar un grupo de trabajo o emprendido algún proyecto exitoso, pero obre todo, un proyecto rentable. Y sin ser apologista de la corrupción, siendo pragmático les puedo garantizar que: Más vale un corrupto que sepa hacer funcionar el gobierno, que un “justo” que no sabe ni dónde está parado, la incompetencia sale más cara que la corrupción. Si conoce a un político o futuro político que sea incorruptible, captúrelo vivo sin hacerle daño y deje que lo estudiemos, que habemos muchos que queremos analizar esa especie en extinción.

Más que preocuparme la corrupción de hace 5 años que convenientemente saca hasta ahora la CICIG, me preocupa la corrupción que aún no saca, la que actualmente se está ejecutando, a los que tiene extorsionados. Más que preocuparme de los políticos y empresarios nacionales y extranjeros que ha denunciado, me preocupan los que aún no anuncian, porque puede ser que ya hayan pactado más de algo clandestinamente, que en este país pocas son las fortunas que se han hecho a base de trabajo digno, honestidad y transparencia, mucho ojo a las fortunas y empresas de esas materias primas sin verdadera competencia, los exclusivos proveedores del estado.

La parte graciosa de todo esto es escuchar a medio mundo quejarse de que no hay “nueva política” ¿A qué se refieren? La política es y ha sido siempre lo mismo, lamentablemente. Y si algo ha abundado en los últimos ocho años de historia política guatemalteca es “nueva política” en el sentido de personajes “nuevos”, esos tontos, ingenuos, sin experiencia y colmillo político que han servido ya se de alfombra, de trapo de inmundicia, o de títere de algún sector de poder, si la razón de que estemos en este relajo es justamente esa, la falta de verdaderos políticos.

Otra parte graciosa es escuchar a los niños y niñas de Semilla decir que van a ser los buenos de la película… ¿Cómo? Si con eso de que busquen siempre la censura de voces disidentes en las redes sociales, hace ver que empezaron literalmente con el pie izquierdo, un pie bastante autoritario. Los mismos que decían denunciar el poder hegemónico, al tenerlo se volvieron los más déspotas de la historia, intolerantes, prepotentes e intransigentes pesudointelectuales que no saben ni tan siquiera el proceso de manufactura de los dispositivos que tanto disfrutan usar para insultar, menos entienden los conceptos básicos de la economía, nefasto sería delegarles el poder de nuestra soberanía, un suicidio a la clase productiva sin duda alguna.

Da mucha risa, porque acá toca reír en vez de llorar, escuchar a tanto político decir que ellos son los buenos, que ellos sí tienen la solución, cuando la realidad es y siempre ha sido la de grupos de poder que apuestan cada cuatro años por varios partidos, el que más apue$te, define gabinetes, política y negocios a largo plazo, algunos lo hacen de forma descarada, otros pasan millones en “ayuda” vía ONGs, y al final, tan corruptos son los que saca la CICIG como los que están detrás de ella.

Y ahí andan todos buscando el candidato ideal, esa eterna utopía, todos quejándose, pero pocos los que deciden meterse en el fango, y si de algo estoy seguro, es que los pocos justos, de no renunciar a tiempo, o se paran corrompiendo, o los paran matando, que aquí son muchos los que quieren gobernar pero pocos los que tienen la última palabra, desde la misma rancia cúpula empresarial, hasta las mismas embajadas de siempre, quien no los conozca, que le compre lo que venden.

En tres años de decidir ingenuamente sumergirme a narrar hechos y verdades, más de una que otra cosa he aprendido, y si se trata de encontrar “candidato ideal” no hace falta buscar mucho, como dijera Bill Burr, busquen a los candidatos con menos propaganda, con menos apoyo mediático y económico, conózcanlos y de encajar con sus mismos intereses y visión de país, apóyelos, porque al menos ahí tendrá la esperanza de que no hay dinero sucio detrás, que el que paga el mariachi escoge las canciones…

…Por sus frutos los conoceréis.