El problema no es CICIG

Hace dos años y medio que compartí en mi canal de YouTube uno de los primeros vídeos donde analizaba las razones por las cuales no…

El problema no es CICIG

Hace dos años y medio que compartí en mi canal de YouTube uno de los primeros vídeos donde analizaba las razones por las cuales no terminaba de confiar en la CICIG, una institución que a los guatemaltecos de a pie nos vendieron como la panacea contra la corrupción, sin embargo, con base a sus resultados, poco o nada de lo prometido se materializó, comparto aquí debajo el vídeo del 27 de febrero 2017:

El día de hoy, luego de muchas situaciones que me han hecho poner mis barbas en remojo y reflexionar de muchas cosas, decido poner mi granito de arena haciendo un poco de introspectiva en este tema.

Como ciudadano de a pie, no tengo un solo pariente vinculado en ningún caso de corrupción, menos algún pariente militar perseguido política y penalmente por la izquierda disfrazada de “derechos humanos”, de “sociedad civil”, de “ONGs por los derechos”, de “jueces de alto impacto”, etc. Razón por la que mi opinión no tiene sesgo con ninguno de los extremos ideológicos a los cuales no pertenezco ni deseo pertenecer. Tampoco he deseado en ningún momento lucrar de compartir mi libre expresión y mucho menos cometer el gravísimo error de buscar un cargo de elección popular puesto que no pertenezco al selecto grupo o club de los más adinerados y por ende, no podría ser verdaderamente independiente, mi interés fue, es y siempre ha sido, compartir la verdad y los hechos, porque creo fehacientemente que son estos los que deben ser analizados para que así cada quien saque sus conclusiones, para ser lo que deberíamos ser, hombres libres e independientes.

Cuando observé las manifestaciones del 2015 dudé mucho la narrativa oficial, observé a una embajada complacida con una comisión internacional, medios de comunicación al servicio de ambos publicando titulares amarillistas que más que informar de los supuestos delitos imputados a las partes, buscaban precipitar las visceralidades de todos los guatemaltecos, esto con el fin de justificar luego medidas de hecho. Yo recuerdo perfectamente la marcha del millón de los legítimos “Anonymous” de LulzSec, el famoso Occupy Wall Street que terminó cuando con fuerza desmedida, sacaron a patadas y con aerosol de pimienta a los millones de manifestantes… con ese precedente… ¿De verdad me quieren hacer creer que unos cuantos miles de manifestantes en un país tercermundista le importan a una embajada de la nación más poderosa del mundo? ¿Acaso no saben cómo se realizó la Primavera Árabe? Y por esta razón, decidí no participar de la manifestación, detesto ser engañado y jamás títere de un tercero con narrativas tan poco creíbles.

Durante ese tiempo, decidí quedarme para mí mismo mis críticas a la institución, la cual fue astuta en publicitarse como la panacea contra la corrupción al sentar un precedente con dos personajes que yo mismo denuncié de corruptos desde el 2006, porque para mi mala suerte, trabajé en una agencia web donde escuché cómo discutían planes políticos, y a pesar de que en 2011 repetí como loco que ellos no serían lo mejor para el país, el cuento de “ahí viene el lobo” de Baldizón sirvió como palanca para elegir a un gobierno corrupto que prácticamente cedió el país a fuerzas foráneas.

Considero que el 2012 fue un año trascendental, un año donde se marca el inicio de la polarización en las redes sociales, Twitter solía ser una red social donde todos, sin diferencia de credo, raza, estrato, etc. podían compartir en un Martes Twittero, un Miércoles de Cumbia, en un jueves de Café Libre, etc. Sin embargo, los grupos fueron volviéndose extremos, la cosa pasó de “usemos software libre” a “cerdo capitalista el que use Windows o Macintosh”, la cosa de “que bonita es la lectura” pasó a “vamos a leer libros de la editorial más chaira de Guatemala”, y cuando vi estos extremos, lo expresé en línea, sólo para recibir un incesante acoso coordinado por diferentes cuentas, las cuales, eventualmente encontré, pertenecían principalmente a la agrupación SOMOSgt que fue parte de las protestas, la que luego se convirtió en Semilla y que con el nombramiento de Lucrecia Hernández Mack como Ministra de Salud, brindó plazas a todos aquellos manifestantes que compartían en sus redes fotografías deshonrosas de sus borracheras, de sus vicios con sustancias ilícitas, esa “gente fina” que según estadísticas de Twitter, pasaban todo el día en Twitter y que al día de hoy nadie sabe exactamente cuál fue su aporte durante su gestión, eso sí, bien pagados por supuesto.

Fue cuando empecé a observar a estas personas en las redes que fui encontrando motivaciones, todos promovían y defendían a capa y espada a la CICIG, a Iván Velásquez, a Thelma Aldana, a Lucrecia Hernández Mack y por supuesto, a Helen Mack, su defensa oficiosa era apasionada y visceralmente desmedida, aún por parte de personas que conocí en aquella época en la que por trabajar en una agencia web, conocía mucho de la vida nocturna del país, algunos con quienes compartí foros como panelista.

Fue cuando empecé a criticar la deleznable actitud de estos personajes que mágicamente Felipe Valenzuela ya no me invitó a su programa A Primera Hora en Emisoras Unidas, Dina Fernández fingió demencia de la vez que me invitó a un live-stream de Soy502 en relación a redes sociales y política, y luego de observar a los “trolls” que trabajaban de forma coordinada, encontré que promovían reformas constitucionales, redactadas por personajes totalmente ideologizados con dinero del pueblo y bajo instrucciones de la CICIG.

Mientras que un grupo de pseudo activistas exigía vehementemente al congreso aprobar estas reformas, no había poder humano que hiciera que estas fueran publicadas para que así los ciudadanos de a pie supiéramos que estarían aprobando aquellos congresistas en los que los ciudadanos delegamos nuestra soberanía, luego de insistir muchísimo, terminaron publicándolas, y lo que saltó a la vista fue el famoso “Consejo Nacional de Justicia”, un poder extra que pretendían crear con el fin de que ONGs como la Fundación Myrna Mack tuvieran en su poder el “educar” y “sancionar” jueces. Sabiendo muy buen el poder que tienen los jueces, vi una clara amenaza a mi libertad de expresión por parte de esta propuesta, puesto que quienes más promovían estas reformas tenían clarísimo entre sus planes, silenciar cualquier voz disidente.

En el mes de mayo 2017 fue cuando por primera vez en mi vida decidí ir al congreso a oponerme a estas reformas, y me llevé la sorpresa de mi vida, el monstruo que veía en las redes sociales no era más que un grupúsculo de activistas frustrados en frenesí de gritos e insultos desde el palco del congreso, la ilusión de unas reformas exigidas por todo un pueblo fue desvanecida no sólo para mí, sino para muchos congresistas.

El asistir a ese congreso a manifestar en contra de las reformas me llevó a conocer a personas extremadamente valientes y especiales, y como en cualquier grupo, también a conocer a gente que es una perfecta HDP, en todos lados se cuecen habas. Eventualmente luego de mucho esfuerzo, las reformas de CICIG (como dijo la nefasta Nineth Montenegro), no pasaron.

Observando cómo todos estos personajes que proferían un sin número de falsos señalamientos e insultos en mi contra, compartían los mismos dogmas ideológicos, pude determinar que eran claramente de izquierda, pero solamente en su discurso, porque de sueldos y gustos, ahí sí son todos unos mercantilistas, y esto me llevó a cuestionarme algo básico y elemental… Si así levantan falsos en mi contra… ¿Qué tan ciertas serán el resto de sus narrativas?

Fue esa pregunta la que me llevó a ir a observar tanto el juicio Molina Theissen como el juicio por “genocidio”, y a pesar que supuestos juristas como Mario Archila en esa forma tan condescendiente (característica de personas tan inseguras) decía “no hubo dolo”, para mí fue un factor determinante estar en las audiencias donde la defensa claramente expone que la orden dada por el estado fue la de defender a los civiles, no la de exterminar a ningún grupo como lo establece la descripción de este delito tanto en ley guatemalteca como en el original que nos impuso Naciones Unidas, razón por la que puedo afirmar que en Guatemala no hubo genocidio, les guste o no les guste, y quiero ser puntual en algo, la izquierda es demasiado hábil para desinformar, cientos de casos donde la guerrilla secuestró, torturó y mató, no existen entre los documentos que ellos presentan, con una historia parcializada una reconciliación será imposible, y es justamente ese el tema, mientras siga el conflicto ellos seguirán con un papel de víctima tomando instituciones completas y empobreciendo el país.

Se supone que la función del Ministerio Público y de sus fiscales es la averiguación de la verdad y los hechos para así presentarlos en audiencia con el fin de auxiliar al Organismo Judicial, y este al recibir este auxilio, poder determinar si fuera de toda duda se destruye la presunción de inocencia de los imputados, apreciando a detalle todas las evidencias tangibles, objetivas y científicas. Se supone que el Ministerio Público tiene la tarea de perseguir ilícitos y determinar quiénes los cometieron usando evidencia sólida, y con ello, apegados a derecho, determinar un fallo. Sin embargo, nada de esto sucede, el Organismo Judicial es la más corrupta de las instituciones del estado, la más manoseada de todas por todo tipo de influencia foránea, palpable en los rotulitos de los donantes quienes tienen la última palabra en todo.

Por supuesto, nada de esto sería posible sin el apoyo de medios de comunicación que más que labor periodística, realizan trabajo de panfleteros amarillistas, también parte de ese selecto grupo ideologizado que se congrega y coordina bajo los mismos fines, con los mismos financistas, la guinda en el pastel la ponen todos esos activistas que dicen ser “defensores de derechos humanos” o “defensores de defensores de derechos humanos”, ¿Acaso no es de risa decirlo? Ahí llegan periodistas, activistas, empleados públicos y demás parte de la inquisición a amedrentar a todo aquel que no se alinee a sus intereses, y en un país donde “el que no tranza, no avanza”, todos tienen cola que les machuquen, o es a periodicazos, o es bajo amenaza de persecución penal, simple como es.

Y mientras los activistas hacen escándalo mientras ingresan los imputados camino a una jaula de perros puesta “por la seguridad de todos”, por aquello de que un octogenario sea muy violento, mientras que los “periodistas” en facha de charamilero llegan a ensartarle los lentes de la cámara en la cara a los imputados y sus familiares (no lo digo en forma figurada sino literal), mientras se transmite en vivo una escena que poco tiene de diferente de aquella plaza donde le cortaban la cabeza a las brujas, una horda de cuentas fantasmas replican paso a paso cada audiencia, todo un festín de cerdos, porque ya no importan los hechos, no importa quien lo haga sino quien la paga, y en frenesí de buitres hambrientos despedazan a quien se les ponga enfrente, eso sí, pidiendo tolerancia… y sangre.

Ahondar los hechos ocurridos desde ese entonces está de más, finalmente mucha gente cuestionó a la CICIG y su influencia en el sistema de justicia, finalmente los vínculos de ONGs locales con los supuestos “activistas” y “periodistas” quedó en evidencia, todas financiadas por el Open Society de George Soros, la misma que sigue insistiendo en poner el nombre de la CICIG en alto a como de lugar, quedando más en vergüenza, y luego de que se evidenciara el abuso de poder de esta institución, luego de la extorsión a empresarios y aún a la misma presidencia, finalmente se le dio fecha de expiración, 3 de septiembre 2019, debería estar celebrando, sin embargo, el problema de Guatemala no es la CICIG.

Es de todos conocido que en Guatemala el 16 de junio hubo fraude electoral, y no uno, sino dos, uno análogo por parte de candidatos a diputados, alcaldes y demás personas clave que pudieron movilizar gente, y otro en el área digital y administrativa del TSE, ese TSE que firmó una “carta de entendimiento” con la CICIG, ese es el fraude que denuncié junto a muchas personas que son la reserva moral del país, y lamentablemente, a causa de personas que se hacen llamar de derecha siendo unos viles y vulgares mercantilistas y sobre todo, oportunistas, la manifestación fue saboteada, prefirieron velar por un candidato gris que por conocer la verdadera voluntad del pueblo de Guatemala, las repercusiones de esta mala decisión las tendrán durante los próximos ocho años, puesto que esa falta de alcance evidente en su actuar, los hace ciegos de los retrocesos que se vienen, con un congreso mayoritariamente de la UNE la cual no tarda en aliarse a Semilla y Winaq por mera supervivencia, los que antes llegaban al palco a presionar con griterío a los diputados ahora serán los que tomarán las decisiones dentro del congreso, con apoyo económico, político, de inteligencia y mediático de un conglomerado de ONGs y fundaciones con gran capital y alcance global, para colmo de males, la rancia oligarquía mercantilista, esa que representa al supuesto “poder económico concentrado”, los que no pudieron comprar a Morales, hoy tienen servida la mesa y ya andan salivando con los puestos que tendrán en el próximo gobierno… si tan sólo hubieran hecho lo correcto.

Ahora bien, por ahí andan los derechairos diciendo “la derecha se divide” por lo anteriormente expuesto, y cualquiera que sostenga esa postura no es realmente de derecha, o ignora qué es ser de derecha, porque la derecha es nacionalista, conservadora, capitalista, productivista, reformista y esencialista, no está en contra de la CICIG, está a favor de un orden republicano, no está en contra de una lucha contra la corrupción, está a favor del debido proceso, la presunción de inocencia y el estado de derecho, no está en contra o a favor de un partido político, apoya a todo aquel que representa los valores y principios de derecha, los cuales lamentablemente estuvieron ausentes en estas elecciones, les guste o no.

Y siendo brutalmente honesto, cualquier imbécil que proponga crear cualquier poder paralelo fuera del orden republicano, no es una persona de derecha, es una persona insensata, tonta, terca y estúpida que no tiene el más mínimo concepto de lo que es el estado y sus diferentes instituciones, un cordial saludo a todos esos idiotas por decisión que siguen tercos con proponer este tipo de instituciones.

Y mientras se ve cada día más tangible el final de uno de los episodios más obscuros de la historia de Guatemala con el cierre de CICIG, el país se queda sin la justicia que tanto pidió, justicia para Hugo Arce, Rodrigo Rosenberg, Pavel Centeno, Flavio Montenegro y Jesús Oliva, el país se queda polarizado a causa de cientos de narrativas falsas, de falsos señalamientos en contra de todo aquel que se atreviera a cuestionar a esta deshonrosa comisión de Naciones Unidas, luego de un derroche multimillonario, Guatemala no cambió para bien, sino para mal, es por eso que insisto, el problema no es la CICIG…

…el problema son todos aquellos que sólo velan por su nariz sin distinción ideológica, aquellos que dicen “Hagámoslo por Guatemala” mientras que su lucha es una que llega hasta donde no tenga que perder algo, porque buenos para exigir son todos, pero para poner de su parte, para aceptar un rato colorado en vez de mil descoloridos, para dar la cara y poner la vida en riesgo, ahí si no están, me quedé esperándolos el 6 de enero de este año.

Yo inicié esta lucha por mi libertad, por poder expresarme responsable y libremente, invité a quien quisiera, a unirse a esta lucha por la verdad y los hechos, y si bien logré muchas de mis metas, el frenesí electoral me demostró que lamentablemente la verdad y los hechos son aquellos que muchos sólo usan cuando les conviene, cuando se trata de destruir y hacer mierda al prójimo que les tiende la mano sólo por cometer el pecado de disentir, ahí no se escatima en la mentira, el veneno y la ponzoña, y estoy seguro que muchos de morderse la lengua, no sólo se matan así mismos sino a toda su familia.

Creería que el tema es cangrejismo, pero va más allá de una simple fábula, acá el gravísimo problema es la falta de camaradería, de consideración, de legítimos ideales, de valores, de congruencia, de concepto, por gusto tanto título y diploma si en su mayoría son una parvada de ignorantes descerebrados retrógrados y faltos de huevos interesados sólo en sí mismos sin comprender que somos simples seres humanos que dependemos de la sociedad que nos rodea, solitos se van cerrando las puertas, y como bien me dijo una persona que no es ni de aquí ni de allá, la cosa en Guatemala no va a cambiar hasta que la gente cambie, hasta que comprendan o que hacen bien las cosas, o vamos a seguir comiendo mierda, de mi parte, les deseo un buen provecho, yo me retiro de esta mesa, que aquí, con o sin CICIG, por sus actitudes y acciones, empachados van a parar.

P.D.: Mis felicitaciones al presidente ilegítimamente electo a causa de un tercer fraude, estoy seguro que la promesa que todos sus panfleteros promovieron por todos lados, los que aparecen en diferentes fotografías con su secretario general celebrando el tercer fraude, los que promovieron esa deshonesta campaña que prometía que al día siguiente de elecciones, luego de votar por usted, Sandra Torres estaría presa, se materialice puesto que considero que la UNE ha sido una de las peores tragedias que a afrontado el país, aunque dudo que se materialice, puesto que a pesar de que realizó ese vergonzoso stunt publicitario digno de politiquería barata al pedir el arraigo a Sandra Torres, la ley es clara en que se deben perseguir los delitos, no a las personas, la ley es clara en que la prisión preventiva es la excepción y no la norma, y lamentablemente está quedando en evidencia no sólo que es un simple politiquero más, sino que aboga por meros discursos populistas y baratos y no por un legítimo cambio positivo al país, algo que se veía venir de lejos, disculpe si le recuerdo cómo funciona el estado de derecho y la presunción de inocencia, pero a diferencia de los derechairos y mercantilistas que se hacen llamar “de derecha” y que bajo ese falso discurso lo promueven a usted como un dios, yo sí soy de derecha y primero tengo principios y valores, pero sobre todo, congruencia. No le deseo ningún mal en su ilegítimo gobierno, puesto que sería desearle un mal al país, sin embargo, sé que lo que se siembra, se cosecha, y con ello, veo un futuro bastante incierto, le deseo las mejores de las suertes, y si puede contar, sabe que no cuenta conmigo, porque es por la verdad y los hechos.