¿Por qué la izquierda odia la libertad?

Hace poco leí esto en las redes sociales:

• Cuando a un tipo de derecha no le gustan las armas, no las compra. Cuando a un tipo de izquierda no le gustan las armas, quiere prohibirlas.
• Cuando a un tipo de derecha no le gustan los toros, no asiste a la plaza. Cuando a un tipo de izquierda no le gustan los toros, intenta prohibirlo.
• Cuando a un tipo de derecha no le gusta el tabaco, no fuma. Cuando a un tipo de izquierda no le gusta el tabaco, no descansa hasta vetarlo.
• Cuando un tipo de derecha es vegetariano, simplemente no come carne. Cuando un tipo de izquierda es vegetariano, quiere hacer campaña contra los productos a base de proteína animal.
• Cuando un tipo de derecha es homosexual, vive tranquilamente su vida como tal. Cuando un tipo de izquierda es homosexual, hace escándalo para que todos sean como él y le aplaudan su estilo de vida.
• Cuando un tipo de derecha es perjudicado en el trabajo, reflexiona sobre cómo salir de dicha situación, y actúa. Cuando un tipo de izquierda es perjudicado en el trabajo, levanta una queja y hace huelga contra la la situación.
• Cuando a un tipo de derecha no le agrada un programa de televisión, simplemente la apaga o cambia de canal. Cuando a un tipo de izquierda no le agrada un programa de televisión, demanda judicialmente al canal del programa que no le gusta.
• Si un tipo de derecha comete algún crimen, se hace responsable, va a la cárcel y cumple su condena para reformarse. Cuando un tipo de izquierda comete crímenes, actos vandálicos, hace desmanes en la vía pública, comete actos terroristas, ataca a las vías de comunicación y va a la cárcel; entonces los legisladores de izquierda enmiendan la ley para que puedan salir y hasta pagan su fianza.
• Cuando un tipo de derecha es ateo, no va a la iglesia. Cuando un tipo de izquierda es ateo, no quiere ninguna alusión a Dios en ninguna parte, en ninguna esfera pública, y reclama contra las religiones, salvo contra del Islám por la “tolerancia cultural” o el “new age” Budismo y la “buena onda” por que es “cool”.
• Cuando un tipo de derecha necesita dinero, trabaja más duro, ahorra y hasta crea nuevas empresas para generar capital. Cuando un tipo de izquierda necesita dinero; le pide a sus amigos, al gobierno y sociedad… si no lo consigue culpa al gobierno (sí el gobierno es de derecha), a la sociedad, a sus amigos, a los empresarios, a la burguesía, al Estado, al capitalismo, a la globalización, al imperialismo, al Papa, a EEUU, etc.
• Cuando un tipo de derecha, lee ésta reflexión, se ríe, y la comparte con sus amigos… El de izquierda niega que sea de izquierda, dirá que es “de centro”, que solo “es un complot” de la derecha contra la izquierda, y en el fondo le incomoda que sea verdad todo lo que acaba de leer.

Si bien existen muchísimas realidades plasmadas en el texto anterior, existen varios desaciertos, empezando con que al final del camino, la guerra ideológica no sólo es de derechas e izquierdas, también es de mercantilismo e intereses particulares, que muchos cambian oportunamente de discurso ideológico según convenga.

Otro desacierto es en que la derecha acepta cuando comete un error, posiblemente sea una generalización, porque lamentablemente, la derecha mercantilista, es la primera en evadir la justicia, sólo aquellos legítimamente de derecha son procesados, justamente por cortes de izquierda, como sucede en Guatemala.

Ahora bien, en lo que sí acierta muchísimo ese texto es en el odio a la libertad por parte de la izquierda, la que denuncia “al patriarcado” pero que actúa con una actitud paternalista y condescendiente con el pueblo, como sucede en este par de casos:

• La gente es demasiado tonta para decidir por sí misma que debe comer, así que haremos una legislación que les dicte que deben o no consumir, como sucedió con el entonces alcalde de New York, Michael Bloomberg, quien quería prohibir las bebidas de más de 16oz en su área.
• La gente es demasiado ignorante para determinar si está enferma, por eso trataremos “el mal de ojo” y el “estar chipe”, como propuso la exministra de salud Lucrecia María Hernández Mack en su gestión en el Ministerio de Salud.

Si bien es cierto que una sana regulación es indispensable para evitar abusos, existe un límite, y se encuentra en la libertad individual de las personas. Por muchos que nos molesten acciones y actitudes de terceros, no podemos regular la conducta humana mediante legislación, que es lo que la izquierda busca, y justamente la razón del generalizado rechazo a sus políticas.

Personalmente, lo que me motivó a ir por primera vez en mi vida al congreso, fue observar que las mismas personas que buscaron mi censura en redes sociales, eran las que promovían una reforma para que las ONGs y fundaciones de izquierda tuvieran el control de los jueces, y teniendo controlado el Organismo Judicial, tienen el control de quienes deciden sobre la libertad y la vida de todos los guatemaltecos.

Para determinar si una iniciativa de ley o una acción legal es de izquierda, basta con observar si atenta con una libertad a cualquier acción y expresión individual, desde ley de armas, hasta de productos de consumo, también es importante tener en cuenta que los mercantilistas financian y utilizan a sectores de izquierda para obtener ventajas competitivas, desde hacer quebrar un proyecto minero para luego adquirirlo por centavos, hasta crear legislación para destruir a enemigos políticos, como las leyes que supuestamente defienden a minorías.

Lo más curioso, o tal vez chistoso de la izquierda, son las gimnasias mentales que promueven, detestan al estado argumentando que es corrupto, sin embargo, proponen que sea el estado el que por decreto brinde salud y educación. ¿Cómo un estado corrupto puede dar estos servicios? Detestan el estado, pero siempre terminan con jugosos contratos en el estado, contratos que no obtendrían en ningún área del sector privado, donde se exige productividad y un claro retorno de inversión.

La izquierda dice detestar la religión en todas sus formas, sin embargo, sus dogmas son más estrictos que los de cualquier otra religión, no rezan a ninguna deidad pero todos veneran la imagen del Ché o de Fidel, detestan el evangelio pero quieren evangelizar a todos con su “revoluzión”, o su indignación, hay de aquel que piense por sí mismo y cuestione, hay de aquel por ello no rinda pleitesía a sus ídolos de barro en Guatemala: Helen Mack, Lucrecia Hernández Mack, Iván Velásquez Gómez, Thelma Aldana, etc.

Al final de cuentas, la izquierda termina odiando la libertad sencillamente porque es un obstáculo para sus intereses, y como suelen hacer, hablan de libertad siempre con un doble discurso, piden libertad de prensa y libertad de expresión sólo cuando se trata de ellos, pero si censuran a alguien de derecha, hasta aplauden; se rasgaron las vestiduras con una ley de ONGs que exige que rindan cuentas diciendo que violaba la libertad de asociación, pero criminalizan cualquier otra asociación diciendo que es “asociación ilícita”, una figura penal creada por la corrupta CICIG…

…y hasta que no exista una población que entienda que la libertad es un valor humano inalienable, un valor que debe ser protegido con mucho celo, y que la izquierda ve la libertad como un obstáculo, no cambiaremos el rumbo de esta nación.

¿Hasta cuándo se irá a dar cuenta la gente que la izquierda propone un gobierno de elites? La elite pseudo intelectual que tiene todo en teorías pero nada en la práctica, la elite económica que los financia, y la elite local que pacta con ellos para perpetuarse detrás del poder.