¿Qué se puede esperar del guatemalteco?

Durante varios años he visto el mismo patrón repetirse cuando a los guatemaltecos nos toca resolver un problema, o al menos, abordarlo de forma colectiva; por un pequeño grupo no representativo de las mayorías se justifican medidas draconianas porque “el guatemalteco es -terco-“, o “aquí la gente no entiende”, el clásico “la gente es muy ignorante”, en fin, somos víctimas de aquel “soft bigotry of low expectations” que tratándolo de traducir al español sería “el solapado prejuicio de bajas expectativas”, siempre esperamos lo peor sin vernos a nosotros mismos en ese colectivo llamado Guatemala.

Cuando leo esos comentarios de “tiene que ser a la fuerza porque la gente no entiende” me pregunto ¿Acaso esta persona no entendió? Porque he visto que es más gente la que sí comprende muchos problemas, los mismos que por prejuicio creen que la mayoría no entiende y por esa razón quieren imponer a la fuerza al resto cualquier medida, sin tomarse el tiempo de asegurarse haber explicado la razón y objetivo de una medida.

Me impresiona y preocupa que el concepto generalizado que los guatemaltecos tenemos de nosotros mismos es que somos tontos, tercos, ignorantes, desorganizados, corruptos, etc. Más cuando viene de personas que me consta son todo lo opuesto. ¿Se darán cuenta de que pertenecen al mismo colectivo?

¿Quiénes construyeron el Puente del Incienso? ¿Qué obreros hicieron la represa e hidroeléctrica de Chixoy? ¿Quiénes son los controladores del aeropuerto que dirigen el tráfico aéreo? ¿Quiénes construyeron el hermoso Palacio Nacional? ¿Qué manos han construido cientos de hermosas iglesias en todo el país? ¿Quiénes mantienen una red de distribución de comida rápida en estos tiempos de cuarentena? ¿Quiénes atendieron la emergencia del Volcán de Fuego en tiempo récord? ¿Cómo es posible que Guatemala sea la ciudad más grande de América Central y al mismo tiempo creamos que no somos nada ni nadie?

Y siendo muy puntual, claro y objetivo, no dudo que existan personas poco brillantes, pero también existen personas excepcionales, las evidencias de ello están a nuestro alrededor aún en los lugares más marginados.

Los problemas que abordamos día con día no se resuelven teniendo bajas expectativas de nosotros mismos, ni con prejuicio formado por un pequeño grupo para tomar medidas sobre la mayoría, me consta que el guatemalteco es una persona trabajadora, una persona sensata, y sobre todo una persona con iniciativa, si se le toma en cuenta y se le brindan las herramientas necesarias, más aún, si se le trata con dignidad y no con condescendencia.

Que hay excepciones, por supuesto, aquí y en la Patagonia, que hay gente que no va a querer entender, totalmente, existen en todo el mundo, y cuanto más conozcan otros países y culturas, se darán cuenta que es parte de la conducta humana y no una característica única de este país, aún la mentalidad y prejuicio de que aquí la gente es en su mayoría o tonta o ignorante, pasa en Reino Unido, en Europa, en Oriente, en Sudamérica y aún en EEUU, siempre existe la excusa de tomar medidas porque “una minoría” supuestamente “no entiende”.

Si somos un país de los más grandes y productivos de Centroamérica, ya tenemos un indicio de que no somos tan malos como creemos, nuestros migrantes son parte fundamental de la economía estadounidense, considero un excelente paso, dejar de tener un mal concepto, empezar a tener más empatía con el resto, más consciencia de quiénes somos realmente, y en vez de considerar al resto ignorante, compartir la información necesaria para combatir esa ignorancia, empezando por el prejuicio que nace de esa ignorancia, sería un gran primer paso.

¿Qué se puede esperar del Guatemalteco? Sin ningún prejuicio, podemos esperar lo mejor, y hasta que no exijamos excelencia en vez de esperar mediocridad, hasta que no exijamos lo mejor de nosotros en vez de siempre esperar lo peor, hasta que no tratemos con dignidad al resto dejando el prejuicio atrás, no saldremos adelante, me consta que se puede.