Víctimas de la desinformación

Según leyes y acuerdos internacionales en derechos humanos, toda intervención médica, incluida la vacunación de cualquier sustancia, debe darse con el consentimiento informado del paciente, dándole absolutamente toda la información necesaria para decidir si desea o no la intervención médica o vacuna sin ningún tipo de coacción y/o condición. Lamentablemente, supuestos “expertos”, médicos burócratas, figuras políticas, presentadores de noticias, celebridades, influenciadores, etc. tanto nacionales como extranjeros, se han dado la tarea de promocionar una “vacunación” enfatizando que es “segura”, sin proveer de ninguna información de fuentes oficiales donde se expone que existen severas reacciones adversas.

La información

El 26 de junio pasado la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA por sus siglas en inglés) anunció que agregaría una advertencia de problemas del corazón como inflamación en las vacunas contra el COVID de Pfizer y Moderna, según reportó CNBC:

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El pasado 13 de julio la misma FDA agregó una advertensia en torno a una “rara” reacción a la vacuna J&J la cual puede causar el síndrome de Guillain-Barre, como sucedió con la vacuna para la gripe aviar de los 70s:

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Incluir todos y cada uno de los artículos y reportes en los que fuentes oficiales reportan de las nuevas potenciales reacciones adversas requeriría un largo artículo, sin embargo, se puede decir que no existe ninguna vacuna contra el COVID-19 producido por el SARS-CoV-2 que no cause una reacción adversa, es donde cabe preguntarnos lo siguiente:

Los promotores de la vacunación masiva ¿Están informando de las potenciales reacciones adversas? ¿O la promueven como la única solución a una enfermedad que con un tratamiento sintomatológico en casa puede ser superada?

En un artículo anterior expuse que el documento que el Gobierno de Guatemala da a sus empleados y colaboradores, exponen muy brevemente las reacciones adversas, haciendo que parezca un trámite común y no un tema que puede ser de vida o muerte, algo donde cada médico debe detenerse, y explicarle a cada paciente los riesgos de esta vacuna.

¿Está el gobierno, y sus diferentes dependencias, informando debidamente de los potenciales efectos adversos a la vacunación? Porque según el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS por sus siglas en inglés) del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), estas son algunas de las reacciones adversas que han recolectado, tomando en cuenta que de todos los casos de reacciones, el VAERS sólo registra el 1% aproximadamente:

OpenVAERS
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Las víctimas

Lamentablemente, ya sea por presión social, por miedo producto de la desinformación en torno a tratamientos sintomatológicos, por la propaganda en los principales medios propaganda/desinformación, muchas personas han procedido a inocularse ignorando todas las reacciones adversas tanto advertidas como reportadas, es por ello que comparto un agregado de estas víctimas de la desinformación quienes estoy seguro, de haber sabido de forma puntual las reacciones que tendrían, no hubieran sido parte del experimento:

Marco Antonio Zenteno Pimentel, segunda dosis de Sputnik el 9 de septiembre, falleció el 10 de septiembre a sus 58 años, un día después de la inoculación:

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Ferlandy Ariel Morales Recinos quien fue proveedor del estado y activista de izquierda, se puso la primer dosis de Moderna el 3 de agosto, el 12 de agosto falleció a sus 46 años de edad, tan sólo 9 días después, padecía de los riñones y diabetes según presumen en línea, a pesar de ser una muerte luego de vacuna, la cuenta de Gabriel Meda lo atribuye al COVID-19:

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Gladys Eugenia Monroy Peña, primera dosis de Sputnik el 27 de agosto, falleció el 8 de septiembre a sus 73 años, 12 días después de la inoculación:

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Abner Elí Ruíz Martínez, primera dosis de Moderna el 26 de agosto, falleció el 12 de septiembre a sus 28 años, 17 días después de la inoculación:

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José Luis Vela Márquez, primera dosis de Sputnik el 14 de julio, falleció el 24 de agosto a su 74 años, al mes y 10 días después de la inoculación:

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Sergio Rafael Cabrera González, primera dosis de Sputnik el 23 de julio, murió el 7 de septiembre a sus 46 años, mes y medio después de la inoculación:

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Constitucionalista Jorge Mario García Laguardia, primera dosis de Sputnik el 27 de julio, falleció el 13 de septiembre a sus 90 años, a mes y medio de la inoculación:

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Mario Mercedes Monge Murcia, primera dosis de Astrazéneca el 9 de abril, falleció el 5 de junio a sus 61 años, mes y medio después de la inoculación:

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Alex Mahomed González Castro, primera dosis de Sputnik el 27 de junio, falleció el 25 de agosto a sus 49 años, dos meses después de la inoculación:

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El locutor y presentador Edgar Francisco Gudiel Lemus, segunda dosis de Astrazéneca el 5 de julio, falleció hoy 13 de septiembre a sus 81 años, dos meses y una semana después de varios padecimientos y quebrantos de salud:

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El buen Dr. Jorge Roberto Pontaza Juárez, primera dosis de Astrazéneca el 23 de junio, falleció el 7 de septiembre a sus 57 años, dos meses y medio después de la inoculación:

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Pastor Juan Antonio Chinchilla Erazo, primera dosis de Astrazéneca el 17 de junio, falleció hoy 13 de septiembre a sus 54 años, dos mes y medio después de la inoculación:

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Dr. Jacobo Alberto Ixtacuy Chamalé, segunda dosis de Astrazéneca el 9 de junio, falleció el 5 de septiembre a sus 60 años de edad, dos meses y medio después de la inoculación, su muerte fue atribuida al COVID-19 por el Dr. Carlos Manuel Rodriguez Fuentes, burócrata contratista del estado quien es el autor de la fanpage “Soy Médico 502” como resalté el 28 de junio del año pasado:

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Lic. Sergio Hernández Riveiro, primera dosis de Sputnik el 7 de junio, falleció el 5 de septiembre a sus 60 años, tres mes después de la inoculación:

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Ninfa Eugenia Alvarado Rodriguez, primera dosis de Sputnik el 8 de junio, falleció el 10 de septiembre a sus 50 años, tres meses después de la inoculación:

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En conclusión

Actualmente he documentado muchísimos más casos de los expuestos en este artículo, casos que ponen de manifiesto la inaceptable desinformación que promueven muchos supuestos “expertos” que ignoran por completo las advertencias de la FDA, es imperativo desistir de campañas de vacunación hasta no aclarar cada uno de estos casos ya que las causas pueden ir desde problemas de desinformación a estas personas, falta de conocimiento de efectos adversos en personas con comorbilidades, hasta problemas logísticos en el transporte y refrigeración de las vacunas.

Es imperativo que exista un sistema de reporte de reacciones adversas para cuantificar este tipo de casos con el fin de determinar las causas de estas muertes y reacciones, porque es de recordarse a los propagandistas, somos humanos que merecemos un trato digno.

Sé que luego de la publicación existirán detractores que buscarán la forma de desacreditar la información aquí presentada con argumentos que abordare desde este momento:

  • P: ¿Cómo sabe que murieron por la vacuna? ¿Acaso no pudo ser otra la causa?
    R: Previo a la vacuna, toda muerte era atribuida al COVID-19 y no a las comorbilidades, hasta una muerte a causa de un accidente de auto lo atribuyeron al COVID-19, ahora que hay vacuna, lo atribuyen a las comorbilidades, esto es inaceptable, tomando en cuenta que previo a las jornadas de vacunación NO teníamos “misteriosas” muertes relámpago en las calles del país, es por ello que se necesita de una investigación profunda para determinar las causas previo a toda jornada de vacunación así como informar completamente de las reacciones adversas como advierte la FDA.
  • P: Yo me vacuné y no me pasó nada. ¿Por qué a ellos sí y a mí no?
    Por la misma razón que hay personas alérgicas a la penicilina y personas que no, cada cuerpo es diferente, además, es de considerar que se han utilizado placebos en muchas de las dosis como advirtió el ministro de Reino Unido, Nadhim Zahawi, exigiendo que las personas que les dieron placebo, fueran vacunadas.
  • P: Pero pasó más del mes sin que les pasara nada, además, muchos ya eran grandes.
    R: Los primeros casos expuestos son de personas jóvenes que fallecieron en cuestión de días, sin embargo, el Dr. Sean Brooks luego de un análisis de los datos advirtió que estaremos viendo estas “muertes misteriosas” en los próximos meses a más tardar 2 años.
  • P: No me importa morir, pero moriré vacunado.
    R: Si no detiene los síntomas, si no “da mas suave”, si no previene la muerte. ¿Para qué se “vacunan”?

(por agregar las que vengan)

2 Comments

  1. Mi esposo de 73 años, súper saludable, se puso la Moderna en Julio. A los 8 días comenzó con fiebre alta, muchísimo cansancio y dolor de cuerpo. Salió COVID negativo, pero el examen de sangre mostró los Monocitos altísimos, defendiendo su sistema inmune. A los 9 días de fiebre, le pasó y ya está bien. Se va a poner la segunda dosis pronto! 😩😩

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